Partido tradicionalmente entre Barcelona y Madrid, protagonistas por tercer año consecutivo de la final de la Copa del Rey, el baloncesto español conocerá esta tarde (18.00 h, Teledeporte) al nuevo campeón del torneo y a su rey de Copas. Veintidós trofeos del KO lucen los blancos que no lo ganan desde hace 19 años en sus vitrinas, y otros tantos el Barça que, además de luchar por revalidar su título, persigue una huella histórica. Campeón el curso pasado y también el anterior, el equipo de Xavi Pascual pretende ser el primero en conquistar tres Copas de forma consecutiva. Estimulante de por sí, los azulgrana adornan la cita con un aliciente añadido: lograr los tres títulos ante su archienemigo de siempre, el Real Madrid.

Derrotado en las dos últimas ediciones y en nueve de los 14 clásicos en la final de Copa, el conjunto de Pablo Laso se ha empeñado, claro, en que no sea así. 'Competiremos e intentaremos llevarnos el título', advirtió ayer Nikola Mirotic, máximo anotador ante el Banca Cívica. 'Necesitaremos una muy buena defensa, un buen ataque y, si puede ser, un poco de suerte', abundó el ala-pívot montenegrino. 'El equipo tiene muchas ganas de jugar la final y, a pesar del poco descanso, sabemos a lo que nos enfrentamos', añadió Sergio Llull.

Satisfecho por el acceso a la final, objetivo prioritario, y hasta por el juego de su equipo pese a las desconexiones que tuvo frente a los sevillanos, Pablo Laso confía en la amplitud y las múltiples posibilidades de su plantilla para hacer frente al Barça. 'Es importante tener sensación de equipo, notar que todos somos importantes', apuntó el técnico del Madrid. 'Hay muchos jugadores muy sólidos que a veces no brillan, pero lo básico es que todos aporten y que cada uno haga su trabajo', prosiguió.

Algo similar debió de pensar Xavi Pascual, tras la mala semifinal de Juan Carlos Navarro. Estrella habitual de los azulgrana, la Bomba no pudo pasar ayer de los tres puntos ante el Baskonia. 'Difícilmente repetirá un partido así', avisaban sus compañeros, sabedores de sus insaciables ganas de ganar. Convertido ya en el jugador que más partidos de Copa ha disputado (30, con el de ayer), Navarro tiene ante sí el reto de lograr el único premio que aún no tiene: el MVP,