Este artículo se publicó hace 13 años.
Green Bay consigue su cuarta Super Bowl
Los Packers vencen 31-25 a los Steelers de Pittsburgh gracias a un gran Aaron Rodgers, MVP del partido
Los Packers de Green Bay, guiados por su quarterback Aaron Rodgers, se hicieron de su cuarto título de Super Bowl al vencer 31-25 a los Steelers de Pittsburgh.
Rodgers, nombrado Jugador Más Valioso del Partido (MVP), superó al estelar Ben Rothlisberger y a la famosa 'Cortina de Acero', para llevarse la XLV Super Bowl, en un duelo celebrado en el campo de los Cowboys de Dallas, en Arlington (Texas).
Rodgers se repuso de dos conmociones sufridas en el transcurso de la temporada regular para conformar una nueva dinastía y hacer olvidar al legendario Brett Favre, que fue el último que les dio el título de campeones.
Los Packers también consiguieron que el trofeo Vince Lombardi, el legendario entrenador con el que ganaron los dos primeros títulos de campeones del Super Bowl, volviese a Green Bay.
Rodgers inició pronto su trabajo al encontrar a su receptor Jordy Nelson, un jugador que se ha convertido en clave durante la recta final de la temporada, con un pase de 29 yardas en el primer cuarto, para anotación.
Mientras, Nick Collins dio brilló al primer cuarto regresando una interceptación 37 yardas que le hizo al envío de Roethlisberg hasta la zona de anotación para poner el marcador 14-0.
Partido intensoEn el segundo cuarto, Shaun Suisham, respondió con gol de campo de 33 yardas, pero Rodgers mantuvo la dirección del equipo de los Packers y se encargó de ampliar la diferencia con otro pase de touchdown de 21 yardas al receptor abierto Greg Jennings, en ese mismo periodo.
Cuando restaban 47 segundos para concluir el segundo cuarto empezó a surgir la presencia de Roethlisberger, con un pase de ocho yardas a su receptor, el veterano Hines Ward para la primera anotación de su equipo. Después del descanso (21-10), Rashard Mendenhall sumó otro touchdown de los Steelers y dejó el marcador 21-17.
Pero la presencia de Rodgers en el campo de juego nuevamente fue clave y en el último cuarto hizo otra conexión con Jennings, que prácticamente selló el triunfo de los Packers.
Con 28-25 y todo en el aire surgió de nuevo la figura de Rodgers, que puso el balón en posición para que anotara Mason Crosby, cuando restaban 2:10 minutos para el final, con lo que sentenció el triunfo para Green Bay.
La asistencia no pudo batir la marca de todos los tiempos que está establecida en la undécima edición del Super Bowl con 103.438 que llegaron al Rose Bowl, de Pasadena (California), para ver ganar por 32-14 a los Raiders de Oakland frente a los Vikings de Minnesota, el 9 de enero de 1977.
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