Este artículo se publicó hace 16 años.
Hamilton y el fantasma de Irvine
GP de Brasil: En 1999, el impulsivo Eddie tiró el Mundial
Sucedió en el circuito japonés de Suzuka hace 15 años, el 24 de octubre de 1993. Una hora después de haber cruzado la meta en primer lugar, Ayrton Senna, mito de la F1 y entonces piloto de McLaren, se presentó en el box del equipo Jordan. Visiblemente irritado buscaba a Eddie Irvine, un novato que acababa de completar su primera carrera en la élite. Tras una acalorada discusión, durante la cual el brasileño le increpó por no haberse dejado doblar, ambos se citaron fuera, en el paddock. Una vez allí, Senna le propinó un puñetazo en la cara.
Británico norirlandés concretamente como Lewis Hamilton, a Irvine también le perdió su falta de aplomo en momentos decisivos. Así, el 31 de octubre de 1999 llegó a Japón, última cita de la temporada, como líder del Mundial con cuatro puntos de ventaja sobre Mika Hakkinen. Schumacher, compañero de equipo del llamado "chico malo de Ferrari" hizo la pole por delante del finlandés de McLaren. Sin embargo, éste salió como un tiro, adelantó al alemán y ambos marcaron un ritmo inalcanzable para Irvine.
El podio fue inamovible y Hakkinen firmó la última remontada producida cuando sólo dos contendientes se han jugado el título en la última carrera. Desde entonces, ningún McLaren ha vuelto a ganar el Mundial.
Paradojas del deporte, el domingo, cierre del curso 2008, otro británico, Hamilton, llega líder a Brasil, con siete puntos de ventaja sobre Felipe Massa. Curiosamente, esta vez el favorito pilota un McLaren y el perseguidor, un Ferrari.
Antes de la batalla que se dirimirá en Interlagos, 14 veces más han llegado sólo dos candidatos a la recta final del campeonato con posibilidades de adjudicarse el título. Y, además de Hakkinen, únicamente Villeneuve y Hunt fueron capaces de adelantar al que partía como líder: Michael Schumacher en 1997 y Lauda en 1976.
Hamilton, protegidoPara que la historia no se repita, McLaren anunció ayer la reducción al mínimo de las apariciones de su número uno. Hamilton llegó el martes a Sao Paulo, ciudad natal de Massa, y sólo acudirá a dos de los habitualmente numerosos actos promocionales a los que asisten unos deportistas con incontables compromisos publicitarios.
El inglés apareció una vez ayer, lo hará mañana de nuevo y hoy hará un paréntesis en su trabajo de puesta a punto para responder a las preguntas de los medios de comunicación en la rueda de prensa oficial organizada por la Federación Internacional. Junto a él, su rival, Massa, los también brasileños Piquet y Barrichello, y Coulthard, que disputará el domingo la última carrera de su longeva carrera (15 temporadas).
En esa línea de sereno optimismo que pretende llevar la escudería británica, Pedro de la Rosa, el español que ejerce de probador y fiel escudero de equipo, puso su granito. "Lewis es el que más se merece el título", aseveró. Aunque, eso sí, avisó: "Ojo, cuando llegas a la última carrera jugándote el Mundial, no creo que tener una renta de siete puntos sea decisivo en absoluto". Pedro sabe lo que dice. Él corrió en la mencionada carrera de 1999, cuando Irvine tiró el Mundial.
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