El delantero Thierry Henry se ha reincorporado hoy a los entrenamientos con el resto de la plantilla del FC Barcelona, a cuatro días del partido ante el Real Madrid en el Camp Nou, y, aunque aún no ha sido dado de alta de su lesión en la espalda, todo apunta que estará disponible para el clásico.

Henry realizó casi toda la sesión al ritmo de sus compañeros, cuando se encuentra cerca de cumplir un mes desde que jugó su último partido, ante el Recreativo de Huelva (3-0) en el Camp Nou el pasado 24 de noviembre, tras el cual empezó a seguir un tratamiento de recuperación en solitario.

Lesión de espalda que arrastra 

El francés se ha perdido en este periodo cinco partidos por una discopatía entre las vértebras L5-S1, lesión que padece desde hace unos años y por la cual hace dos semanas los médicos del club barcelonista manifestaron que preveían que volvería a estar a disposición del entrenador Frank Rijkaard en unos 15 días.

En el entrenamiento, Henry participó con aparente normalidad en los 'partidillos' organizados por los técnicos entre equipos de seis jugadores, lo que refuerza la posibilidad de que vuelva a entrar en la convocatoria del Barcelona para el que sería su primer clásico en la Liga española.

Para este partido, el técnico Frank Rijkaard pierde al delantero Leo Messi, lesionado el sábado pasado en Valencia (0-3), y vuelve a tener disponible a Santi Ezquerro, que ya ha sido dado de alta de la elongación del recto anterior de la pierna derecha que lo ha mantenido fuera del equipo 10 días.

Quien continúa de baja es el defensa Oleguer Presas, aquejado de una lesión muscular. Además, tampoco ha sido dado de alta todavía el centrocampista José Edmílson, que lleva un par de semanas entrenndose con el grupo tras haber superado una lesión de rodilla que sufrió a finales de la pasada temporada.

La vuelta del veterano jugador brasileño fue una de las novedades del entrenamiento, tras haberse ausentado el martes por una gastroeteritis. En la sesión, celebrada en el Miniestadi, también participaron dos porteros de los equipos filiales, Oier Olazábal, del Barça B, y Rubén Miño, del juvenil A.