Este artículo se publicó hace 14 años.
El héroe pide vacaciones
Feliz, pero desbordado por las repercusiones de su gol mundialista, Iniesta sólo piensa en disfrutar de un mes de descanso. El medio del Barça asegura que la acumulación de títulos no le resta ni ápice de ambici&oacut
Érase una vez un tipo normal al que un gol antológico convirtió en héroe. Érase una vez un nuevo héroe que, desbordado por el bendito tumulto, sólo quería una cosa: descansar. Érase una vez Iniesta, el héroe, feliz pero cansado, muy cansado, obsesionado con su próxima misión: las vacaciones. Nada desea más el autor del gol que proclamó a España campeona del mundo, que regresó a Barcelona alegremente agotado. Sin apenas voz ni fuelle. Con ojeras. Deseoso de pasar página, poner tierra de por medio y saborear, en solitario, la dimensión de su gesta.
"Me siento muy feliz, pero voy a disfrutar cada uno de los días de vacaciones y, cuando vuelva, que sea lo que dios quiera. Tengo unas ganas tremendas de irme", confesó Iniesta, en el acto de bienvenida organizado por Nike, la marca que le patrocina. Enfundado en una camiseta rotulada con la estrella que le acredita como campeón del mundo, junto a las botas con las que pegó el histórico zapatazo, el centrocampista manchego desgranó emociones, revivió momentos y sólo miró al futuro para tranquilizar a los seguidores del Barcelona.
"Este éxito no influirá para mal en nuestro rendimiento, sino que te hace querer más, la próxima Liga, la Champions, ir a por todo; el futbolista no se conforma, siempre hay retos", aseguró el de Fuentealbilla, incapaz de establecer diferencias entre los títulos conquistados con el Barça y los logrados con la selección. "La alegría que sentí con el gol ante el Chelsea es lo máximo, como también fue lo máximo el otro día; un título es lo más grande. Pero las selecciones elegidas son muy pocas y un Mundial es lo más grande", proclamó.
"Este éxito no influirá para mal en nuestro rendimiento"
Tampoco acertó Iniesta a trazar las diferencias entre el juego de la selección y el del Barça, sino más bien a insistir en las similitudes entre ambos combinados "es imposible que la forma diste mucho cuando la selección se compone de tantos jugadores del Barça"y a proclamar el éxito de la Masia azulgrana, de donde salieron nueve de los 23 campeones del mundo. "Es un placer estar en la selección con tantos compañeros de equipo y de la cantera; que el Barça tenga tantos representantes en la campeona del mundo es un éxito -aseveró-. Estoy muy contento de que el Barça apueste por la cantera así".
No quiso, sin embargo, aventurar si esa comunión entre la selección y el Barça implicará una menor hostilidad hacia el equipo azulgrana y su juego por parte de determinados medios y algunas aficiones. "Eso son cosas secundarias en el fútbol. Lo importante queda en el campo y, por encima de rivalidades, a la gente le gusta el buen juego y los futbolistas que intentan jugar bien", aseguró el centrocampista azulgrana.
Iniesta apenas recuerda lo que sintió antes de marcar el gol del Mundial, pero sí lo que pensó cuando pegó el derechazo. "Cuando me vi tan solo, pensé que estaba en fuera de juego, pero Cesc la vio fenomenal, hice un buen control y, cuando la pegué, sabía que tenía que entrar porque si no íbamos a los penaltis y eso habría sido terrible", desveló el manchego entre risas. Lo que vino luego fue, simplemente, "espectacular". Aunque el Balón de Oro se lo concedieran a Forlán y el próximo, el que otorga France Football, no le quite el sueño. "Me da igual el Balón de Oro; es algo que no decido yo y no pierdo ni un segundo en pensar que lo puedo ganar. Si se lo dan a un compañero, estaré encantado", apuntó.
"El mejor homenaje para que siguiera estando entre nosotros"
Un tanto incómodo en la piel del héroe, abrumado por la euforia desatada "por eso me voy fuera de vacaciones",Iniesta aprecia, sin embargo, ciertas repercusiones del éxito y el momento futbolístico que protagoniza. "Lo que más valoro es poder hacer feliz a millones de personas con mi trabajo, con un gol así. Eso no tiene precio", confesó el centrocampista del Barça. "Es una suerte estar en este momento de nuestro fútbol y conseguir tantas cosas. Ahora, hay que disfrutarlas porque la próxima temporada todo empieza de cero", apuntó, pensando quizá en lo poco que había saboreado los éxitos pasados.
De ahí, en parte, su dedicatoria a Dani Jarque. "Tenía en mente rendirle un homenaje en mi trabajo, surgió el día de la final y mira qué momento: el mejor homenaje para que siguiera estando entre nosotros", explicó sweet Iniesta, como le bautizó Reina en la celebración del título mundial en Madrid. Y con esa dulzura, el manchego disculpó a Cesc por el compromiso en el que le pusieron Puyol y Piqué enfundándolo en una camiseta del Barça. "Fueron los otros dos los de la broma; veremos qué pasa", señaló, ante el revuelo de los medios británicos. Antes, ya había reiterado el deseo de que el medio del Arsenal se convierta en compañero en el Barça.
Concluido el repaso, Iniesta retomó su abandonado por imperativo perfil de Facebook y se encontró con que el Mundial había disparado su capítulo de fans a más de un millón. Actualizó su estado "un sueño cumplido; ha sido maravilloso", colgó una foto y, tras decir "ahora viene lo bueno", tecleó "me voy de vaciones", y sonrió.
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