Este artículo se publicó hace 15 años.
La hierba y los niños velocistas
Los escolares de Jamaica reproducen el modelo de Bolt
Todos los niños quieren ser velocistas en Jamaica. Lo afirma Charles Fuller, uno de los técnicos de la selección nacional, que a su vez dirige el equipo de atletismo de una escuela de la provincia de Manchester, en la zona centro-oeste del país.
"Lo curioso es que todos quieren apuntarse en 100 metros. Es la prueba estrella, y ahora mucho más tras la explosión de Bolt. La labor de los entrenadores es desviar a los menos rápidos hacia otras especialidades, como los 400 o los 800 metros, ¡pero muchos se niegan!".
Explica Fuller que el atletismo infantil mueve todos los fines de semana a 5.000 niños en Jamaica. "Está muy bien organizado. las competiciones se disputan por provincias, llamadas parishes (parroquias). Hay 14 parroquias en Jamaica y toda la competición se disputa en pistas de hierba. Los técnicos creemos que ese es otro de nuestros secretos. Es ahí donde se forman nuestros velocistas: la hierba endurece".
TensionesEl sueño de los jóvenes velocistas es ser seleccionados para los High School Championships, que se disputan en primavera en Kingston, en el Estadio Nacional, ya en pistas de tartán. "Hay se producen algunas tensiones, porque a los jóvenes con talento les convencen para que se vayan a entrenar a Kingston y sin embargo, muchos entrenadores de las provincias queremos mantenerles a toda costa en nuestra escuela. En mi caso, cuando hacemos las pruebas de selección para los campeonatos nacionales, yo no permito que los entrenadores de Kingston entren en mi escuela y vean a los chavales".
Usain Bolt es un producto de ese sistema. El triple plusmarquista mundial y campeón olímpico se formó en la provincia de Trelawny y llegó a ser campeón mundial junior de los 200 metros a la edad de 17 años, compitiendo contra muchachos de 19. Lo logró en Kingston, en 1993.
Bolt, a pesar de estar en la cumbre del atletismo profesional, continúa entrenándose en pistas de hierba durante su preparación invernal. Aunque ya reside en Kingston, El Relámpago se resistió a abandonar Trelawny, donde sus padres regentaban la tienda local de ultramarinos. También rechazó una por una todas las ofertas de las universidades estadounidenses.
Aparte del sistema de detección de talentos, la genética es el gran factor de peso en una isla de sólo 3 millones de habitantes, con un 91 por ciento de población de raza negra. Las recientes investigaciones de las universidades de Glasgow y West Indies confirman que más del 70 por ciento de 200 velocistas jamaicanos estudiados poseían el gen de la actinina A en sus fibras musculares de contracción rápida.
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