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Iker guarda la esencia

El gol de Muniain clasifica al Athletic en un sufrido encuentro

A. L. MENÉNDEZ

Iker Munian, cuerpo pequeño y alma grande, apareció como una exhalación al fondo del área, en el segundo palo, y empaló la pelota con desbordante entusiasmo juvenil. Sabía que en su bota viajaban los sueños de todo Bilbao. Eliminar al Lokomotiv era mucho más que un pase para los octavos de final de la Liga Europa. Se trataba del billete para una cita legendaria frente a uno de los grandes transatlánticos de Europa, el Manchester United. Y el Athletic decidió sacar el boleto apelando a la historia. Aferrándose a la épica de San Mamés y buscando el tesoro a toque de casta. El gol del pequeño estilete navarro selló el 1-0 y la victoria sobre unos rusos duros de roer.

La jugada decisiva tuvo sabor añejo porque sobrevino cuando el Athletic acababa de quedarse con diez tras una absurda expulsión de Amorebieta y porque llegó, cómo no, en un saque de esquina. El córner no es una de las suertes preferidas por Marcelo Bielsa, más partidario del toque y de balones a ras de hierba, pero cuando el asunto se enreda el alma centenaria bilbaína tira al monte. Y esos arranques de instinto suelen salirle bien.

Ayer fue uno de esos días de trabajo duro y nada lucido. Una jornada de mono antes que de traje, auspiciada por una propuesta a cuchillo del Lokomotiv. El conjunto ruso presionó en cada esquina, empujó en grupo e incluso golpeó sin miramientos hasta ahogar la tradicional fluidez local. Es cierto que ese agobio fue más sensación que realidad, pues las ocasiones de gol escasearon, pero San Mamés vivió 90 minutos con el miedo en el cuerpo.

La fidelidad de Bielsa a su ideario le lleva a exprimir físicamente a los jugadores habituales –notaron tanto esfuerzo continuado ante un conjunto que, tras dos meses de parón, se muestra fresco–, pero también los ha educado en una fe constante e inquebrantable.

Es esa confianza infinita, la que posibilitó el gol del Athletic en inferioridad y la que dibujó varias galopadas raciales y descongestionantes de De Marcos y del propio Muniain. La esencia sigue viva y viajará a Manchester. De catedral a catedral.

Athletic: Iraizoz; Iraola, Amorebieta, Javi Martínez, De Marcos; Iturraspe (Iñigo Pérez, m. 45), Herrera (Ekiza, m. 67), Muniain; Toquero, Susaeta (San José, m. 45) y Llorente.

Lokomotiv: Guilherme; Shishkin, Burlak, Belyaev (Da Costa, m. 79), Yanbaev; Ozdoev (Sychev, m. 66), Zapater, Tarasov, Glushakov, Torbinskiy (Obinna, m. 66); y Caicedo.

Gol: 1-0. M. 62. Iñigo Pérez saca un córner a la derecha de Guilherme, Llorente prolonga de cabeza y Muniain, en el segundo palo, remata a bocajarro.

Árbitro: Gil (POL). Expulsó a Amorebieta por doble amarilla (m. 59). Amonestó a Iturraspe, Zapater, Caicedo, Tarasov, Javi Martínez y Obinna.

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