'La Liga es al 95% del Barcelona'. Lass representa a las claras cuál es el sentir de los jugadores del Madrid. La terapia ganadora de Juande durante los últimos meses murió el sábado en el Bernabéu, tras la sonrojante derrota ante el Barcelona (2-6), y ya nadie en el vestuario blanco cree en un posible milagro.

La humillación ante el Barça supone un antes y un después en la historia del Madrid, pero también en la vida de Juande. El técnico manchego se aferró a las victorias desde su llegada al club, para ganarse su continuidad, pero el revés del sábado le deja, prácticamente, sin opciones para seguir.

En la zona noble del Bernabéu no entienden las facilidades tácticas que Juande concedió al Barça (igual que se criticó el planteamiento ultra defensivo de la ida), y desde el vestuario se apunta a que el técnico 'estuvo lento' corrigiendo el desaguisado que montó Messi descolgándose por donde quiso en todo momento sin que el técnico hallase soluciones. El 'último esfuerzo' y el 'sacrificio' que Juande solicitaba a sus hombres cada fin de semana, parece haber llegado a su fin.

El técnico se queda sin la única premisa por la que seguía contando con la benevolencia del vestuario: las victorias. Muchos jugadores nunca han comulgado con los método de trabajo de Juande, pero los resultados le dieron siempre la razón al técnico.

Ahora la situación se torna para el entrenador. Con el Barça a siete puntos y la segunda plaza asegurada, las cuatro jornadas restantes serán un calvario para el Madrid. Y también para Juande. El técnico tendrá que lidiar con un vestuario que le ve como a un entrenador interino y en el que tiene varias causas pendientes. Las más sonadas: Guti y Ramos. El canterano, pese a que últimamente parecía entrar en los onces de Juande, nunca fue santo de devoción del técnico y su relación es muy distante. Ramos lleva también algunas semanas con diferencias con su entrenador (Juande le culpó delante de sus compañeros del primer gol que el Madrid recibió en Sevilla), y su cambio del pasado sábado puede ser el detonante que haga explotar la relación entre ambos.

Además, todos ven ya al Barça campeón. 'La Liga no está matemáticamente perdida, ya que quedan 12 puntos por jugarse, pero prácticamente', indicó resignado Casillas, uno de los capitanes. 'El Barça está muy fuerte y parece imposible que pinchen tanto', argumentó desolado el guardameta. 'Hicimos una racha muy buena de 17 partidos seguidos sin perder y eso nos llevó a estar cerca del Barça, pinchamos cuando más cerca estuvimos y ahora la Liga está muy difícil', explica Huntelaar. 'En fútbol siempre quedan opciones, pero las nuestras ya no son muy grandes', concluyó el deantero holandés.

El único que todavía no baja los brazos es Raúl. El capitán reconoce que la Liga 'está muy complicada', pero advierte: 'El Barça tiene la Liga hecha, pero nuestra obligación es seguir peleando'. Palabra de Raúl