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Laporta apunta al corazón

Acompañado de un cura y recitando a Salvador Espriu, el presidente se emocionó al pedir disculpas a sus amigos. Según Sala Martín, 'si hay elecciones, en el club habría parálisis total'

RUTH VILAR

 

Acompañado de un cura y recitando a Salvador Espriu. Así cerró Joan Laporta su última comparecencia pública antes del voto de censura de mañana. El presidente del Barça se rodeó ayer de fieles que ensalzaron su labor al frente del club azulgrana y pidieron a los socios que voten no al cese de Laporta y su Junta. Tanto halago emocionó al dirigente, que interrumpió su discurso en dos ocasiones con los ojos humedecidos y un nudo en la garganta.

Laporta respondía a los que le critican por la imagen que ha dado en algunas ocasiones, cuando pasó por el primer apuro. “En los momentos en que he fallado, lo que más lamento es que eso haya afectado a mis compañeros de Junta”, dijo con la voz quebrada mirando a sus directivos, sentados en la primera fila.

Ya al final del acto, al presidente se le volvieron a saltar las lágrimas mientras recitaba los últimos versos de Assaig de càntic en el Temple, de Salvador Espriu. Y es que el acto podría resumirse en una oda al catalanismo que Laporta ha devuelto al club.

Bajo el lema Siguem positius (Seamos positivos), Laporta y sus directivos se reunieron en el hotel Majestic con un grupo de apoyo a su gestión. Se pudo ver y oír, a pesar de que algunos asistentes no sabían que tendrían que hacer un pequeño discurso, a algunas voces destacadas de la sociedad civil catalana. Los periodistas Vicent Partal, Anton Maria Espadaler y Vicent Sanchis. La escritora Isabel Clara Simó, que habló por Eliseu Climent, de Acció Cultural del País Valencià. El sociólogo Salvado Cardús. La abogada Magda Oranich. Mossén Ballarín, el coleccionista Jordi Tardà, el catedrático Ferran Requejo, los actores Joel Joan y Pep Munné. Y Raimon Carrasco, presidente del club de 1977 a 1978. Carrasco pidió el voto por el no “porque esta Junta hizo un milagro en los primeros tres años de mandato. Pasamos de un club deshecho a conquistar títulos. Creo que es la mejor junta que ha habido de las que yo conozco”.

El resto de asistentes coincidieron en destacar “el trabajo de Laporta por el retorno del catalanismo al club, la expulsión de los violentos del Camp Nou, los éxitos deportivos conseguidos las tres primeras temporadas de su mandato, la proyección mundial que ha dado al club y su compromiso con organizaciones solidarias”.

El presidente de la Comisión Económica del Barça, Xavier Sala Martín, que será también el presidente de la Gestora si, finalmente, hay elecciones, declaró a TV-3 que “como no está claro qué puede hacer y qué no la comisión gestora, no haremos nada. Dado el estado de judicialización constante del club, si vendiésemos a Ronaldinho, sé quién sería el primero en denunciarnos”. Sala Martín fue contundente al afirmar que “si hay elecciones en el club, habría parálisis total”.

También sobre los estatutos habló el vicepresidente, Ferran Soriano. Éste calificó de “desproporcionada” la moción y dijo que “todavía lo será más si ninguno de nosotros puede presentarse para formar parte de cualquier otra directiva de futuro del Barça”. El vicepresidente económico hizo públicas las cuentas. Soriano explicó que “la mochila ya está descargada”, en referencia a parte de la deuda que arrastraba. Soriano habló de diez millones de beneficios la pasada temporada y de una deuda de 190, “razonables para una empresa de la magnitud del Barça”. Para la próxima temporada, el club prevé unos ingresos récord, unos 380 millones de euros, entre otras cosas, por los nuevos contratos de televisión y merchandising.

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