El entrenador del Getafe, Michael Laudrup, cree que será 'muy bonito' el ambiente en El Sardinero en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que su equipo disputará mañana ante el Racing de Santander, rechazando de esta forma la etiqueta de atmósfera 'infernal'.

'Al final son once contra once. Infernal es ir a Grecia o a Estambul y jugar delante de 80.000 espectadores en un ambiente hostil. Este partido va a ser muy bonito, no pasa nada', dijo hoy Laudrup.

El técnico danés no quiere que el Getafe salga a la expectativa especulando con los dos goles de ventaja que obtuvo en el partido de ida. 'Tenemos que ir a intentar marcar un gol y, si podemos, ir a por el segundo', afirmó, sabedor de que si el equipo cántabro se adelanta en el marcador 'no hay que obsesionarse porque el partido es largo'.

'Queremos llegar a la final por segundo año consecutivo y queremos ganar, pero también podemos perder por la mínima y clasificarnos', señaló. Además, el técnico no quiere que sus jugadores se relajen y calificó el 3-1 de la ida como 'bueno, nada más'.

Mejor sin lluvia

Laudrup no ha realizado con sus jugadores un entrenamiento específico de penaltis porque 'en caso de marcar primero, el Racing necesita tres goles para la prórroga y cuatro para ganar'. Sobre las previsiones de lluvia durante el partido, el entrenador getafense prefiere un cielo despejado, ya que un 'campo muy pesado no beneficia' a los azulones.

Respecto a las palabras de Marcelino, en las que el entrenador rival aseguró que conocía la fórmula para pasar la ronda, Laudrup no quiso polemizar. 'Es normal, lo que intenta es dar ánimo, optimismo a sus jugadores y a su afición, no puede salir después de haber perdido con el Getafe y decir que va a ser complicado', concluyó.