Este artículo se publicó hace 14 años.
Lillo mide la resaca
El Madrid juega en Almería su primer partido tras el batacazo en el clásico
Las preguntas a Pellegrini versan sobre su futuro, pero él sigue agarrado al presente en su discurso. "Ya estuvimos cinco puntos por debajo del Barcelona y pudimos recuperarlo", asegura confiando aún en las posibilidades del Madrid por hacerse con el título. El chileno recuerda que su versión de las cosas antes del clásico no ha cambiado: "Ya lo hablamos antes, ni el que ganara se podía sentir campeón ni el que perdiera debía pensar que la Liga está terminada. Siempre es mejor tener tres puntos de ventaja, pero vamos a intentar acortarla hasta el último partido".
Del runrún sobre su salida del Madrid, nada de nada: "Mi futuro es lo que menos me importa. Nos sentaremos a hablar en el momento adecuado. Tampoco quiero disculpar los traspiés ni destacar los méritos, en el momento preciso trataremos esos temas. Tengo un año más de contrato y espero cumplirlo. Por parte del club no ha habido ninguna insinuación".
Pellegrini, eso sí, volvió a quejarse del trato que le da la prensa desde su llegada al Madrid. "Siempre se ha buscado la parte negativa, quizás por las expectativas que se crearon con el proyecto, pero sé lo que tengo que hacer y soy muy consciente de ello".
Pero enseguida vuelve al presente y a su férrea doctrina: "Un traspiés sería definitivo, aunque no hay partidos clave donde el Barça pueda perder puntos. El partido más importante para ambos equipos es siempre el próximo, y para nosotros, el del Almería".
El chileno sí concedió que el momento anímico no es el mejor: "El grupo está golpeado, pero tiene capacidad para levantarse como lo ha hecho otras veces. Sabe lo que tiene que hacer".
Contra el Almería, en la primera vuelta, los blancos ganaron con solvencia, aunque obligados a remontar. Pero el partido es más recordado por la actitud de Cristiano: erró un penalti que remachó Benzema a gol y no lo celebró. Después, cuando sí marcó, se quitó la camiseta, lo que le supuso una amarilla. Y terminó expulsado por una patada a Soriano.
Son baja por lesión Raúl, Metzelder, Pepe, Drenthe y Kaká, que ya toca balón pero aún no está en disposición de entrar en las listas del chileno. Garay lo es por sanción. Para completar la lista, Pellegrini ha llevado a dos canteranos, Mateos, central, y Juanfran, mediapunta.
Enfrente, el Madrid tendrá al Almería de Lillo, que anuncia la clave para ganar: "Cuanto más tengamos el balón, menos opción tendrán ellos; si los hacemos jugar lejos de nuestra portería, mucho mejor". Los andaluces, que empezaron muy mal la temporada, hoy ven fácil la salvación: "Tener 40 puntos en la clasificación sería ya maravilloso y muy grato".
Para ello tendrán que ganar al Madrid, una empresa que Lillo sabe difícil. "Mucho se habla de la Liga de las Estrellas, pero aquí juegan Barça y Madrid, y el resto estamos a lo que caiga. De seguir en esa línea pueden llegar a una cifra de puntos que asusta". Lillo, uno de los mentores de Guardiola, intentará acercar la Liga aún más al Barça. "Las cosas que alegran a Pep me alegran a mí", ha dicho el técnico en los últimos días.
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