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El Madrid de la casta

Los blancos remontan en el último cuarto de la mano de Suárez y Mirotic.

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Tras el caos apareció Mirotic. Allí ya estaba Carlos Suárez. Ellos y el coraje de sus compañeros hicieron posible una remontada del Madrid que sube su cotización después de la última demostración de fuerza.

Los de Messina consiguieron ayer una nueva condecoración para su pechera: la del sufrimiento. Durante toda la primera mitad y buena parte de la segunda el partido transcurrió en la lucha que había propuesto el Valencia, la del físico. Los de Pesic propusieron una defensa fortísima con presión a toda la cancha en la que el Madrid, con la honrosa excepción de Carlos Suárez, naufragaba. Prigioni y Sergio Rodríguez, los llamados a dar calma y marcar el tempo del partido, sólo fallaban tiros y perdían balones. Sólo el rebote y que el Valencia tampoco estaba muy acertado en ataque salvaba a los blancos de irse en el marcador. Hasta 13 puntos de diferencia poco después del descanso consiguieron los de Pesic a lomos del acierto de Rafa Martínez. El Madrid sufría casi tanto como su técnico, Messina, que se arrodillaba en la banda y se retorcía de dolor por lo que estaba viendo.

Los últimos doce minutos del partido fueron diferentes, muy diferentes. La defensa del Valencia dejó de funcionar y el Madrid empezó a encontrar tiros. La fe y la casta empujaban a los blancos. Un triple de Sergio, otra asistencia del canario que apareció, por fin, en el último cuarto, el territorio en el que el Chacho saca su flema y es feliz. No le tiembla la mano cuando otros sienten pánico. Carlos Suárez fue el otro puntal; es hombre sobrio, pero brillante. No es casual que fuese elegido mejor del partido, fue el único que no tuvo bajones en todo el duelo. Como guinda, Mirotic. Se fue a los 15 puntos cuando empezaba el último cuarto con seis y añadió a eso un tapón y rebotes fundamentales. Es un niño, acaba de cumplir 20 años, pero su frialdad no corresponde a su DNI. No teme a la responsabilidad, levanta el puño y llama a la afición, que ya vive embelesada con él. Le quieren porque ven en él el futuro del Real Madrid, pero es mucho más que lo que queda por venir, también es uno de los mejores representantes del presente blanco. Con él el Madrid no se puede poner límites. Hoy puede consagrarse en la final. El Valencia se quedó sin recursos. La estrategia no era mala, pero duró media hora. Los blancos luchan por la Copa.

 

69 - Real Madrid (11+16+19+23): Tomic (2), Prigioni (5), Reyes (6), Velickovic (1) y Llull (7) -equipo inicial-, Suárez (16), Mirotic (15), Rodríguez (5), Fischer (4) y Tucker (8).

59 - Power Electronics Valencia (14+21+13+11): Claver (7), Martínez (19), Savanovic (6), Javtokas y Cook (11) -equipo inicial-, Augustine (2), Lishchuk (2), Navarro (3), Pietrus y De Colo (9).

Árbitros: Martín Bertrán, García Ortiz y Vicente Bultó. Sergio Rodríguez fue eliminado por cinco personales en el minuto 39.

Incidencias: Primer partido de semifinales de la 75 edición de la Copa del Rey disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 13.045 espectadores.

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