El Madrid se engancha a Higuaín

Un año después de la llegada de Schuster, el Madrid ha definido dos estilos para lo bueno y para lo malo. O juega a dos porterías, como contra el Athletic, o se pone el mono y vive de la pegada. A la ida y vuelta se dedesenvuelve como nadie. Le van esos partidos en los que se abren todas las posibilidades. En ello tiene que ver mucho el perfil de sus jugadores de ataque. Les va el movimien to y los espacios. A Sneijder el primero, que entiende el juego como un ir y venir constante. Un combate en el que gana el que más pega. Y él pega mucho. Desde todas las posiciones. Empezó intentando el gol del año con una parábola envenenada desde su campo que se le fue por poco. No perdonó cuando se plantó en diagonal ante Iraizoz. No apuró para aproximarse y asegurar el disparo. Soltó u zurriagazo esquinado y raso. Era la segunda vez que los centrales del Athletic convertían la línea del fuera de juego en una quimera. Amorebieta y Ocio tuvieron problemas de coordinación y lo pagó su equipo, que se llevó tres goles por el medio.

El segundo tanto volvió a retratar a los centrales de Caparrós. Un robo de Gago, un arrastre de Raúl y y un excepcional taconazo de Van der Vaart, su aporttación de toda la noche, dejaron a Higuaín en la frontal del área. El argentino colocó un zurdazo al contrapie de Iraizoz. Parece que ya no se le estrecha la portería a Higuaín, que ya ha entrado en la aureola de lo que significa jugar en ese estadio y llevar esa camiseta.

Si antes se achicaba, ahora se agranda cada vez que coge la pelota. Encara, aguanta y pisa área con decisión. Lo que menos le falta al Madrid es pegada y en ese sentido no haber despilfarrado en un nueve este verano le ha servido para el crecimientro de Higuaín. Sin Van Nistelrooy, además, juega centrado y explota mejor sus virtudes. Jugar a dos porterías suele mostrar cualidades y defectos, pero al Madrid eso le da igual. Le llegan igual con 0-0, con 1-0 ó con 2-0. Así que el Athletic le empató y le hizo daño por su asimetría. A Ramos le quedan muchos marrones que comerse cuando su equipo proponga ese tipo duelos vertiginosos. Su apunte sobre la libreta de Schuster esconde una lectura. La selección también juega sin centrocampistas de banda y no sufre tanto.

La clave no está en las ayudas, sino en la posesión. España tiene mucha, el Madrid la justa para armar contragolpes tras dejarse zarandear. Le da igual y casi siempre sale ganador. Eso sí sufre mucho, com también sufría Roberto Carlos, que estuvo casi una década pagando esa asímetría crónica del equipo. Ese equilibrio en los flancos sólo lo puede lograr Schuster sacrificando creadores, es decir, Guti, Sneijder, Gago o Van der Vaart. Diarra es innegociable en los partidos de altura. Schuster prefiere poner a los mejores antes que el dibujo en la pizarra le cuadre, así que Ramos tendrá que mentalizarse de que tendrá que elegir las mejores condiciones para proyectarse.

Empatado el partido y el árbitro enredando y enredándose, el Madrid salió en el segundo tiempo con el escenario que le enciende. Con la necesidad de ganar o ganar inicia cargas que ponen al personal a gritar y achuchar. Se deja dominar, pero cuando roba se descabalga en ataque y hace mucho daño.  Así llegó el tercero: Higuáin marcó a pase de Gago.   

Real Madrid (3): Casillas; Salgado, Pepe, Heinze, Marcelo; Gago; Van der Vaart, Sneijder, Robben; Higuaín y Raúl.

Athletic (2): Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta, Balenciaga; David López, Orbaiz, Gabilondo, Yeste; Etxeberria (Garmendia,m.55); Yeste; y Llorente

Goles: 1-0. M. 20: Sneijder, de tiro cruzado con la izquierda. 2-O. M. 29. Higuaín ajusta un zurdazo raso desde la frontal del área tras una dejada de tacón de Van der Vaart. 2-1. M. 35. Etxeberria cruza de cerca. 2-2. M. 45. Iraola, de penalti cometido por Heinze a Llorente al meterle el dedo en el ojo. 3-2. M. 58 Higuaín, a pase de gagp.

Árbitro: Izquierdo. Amonestó a Pepe, Sneijder, Etxeberria, Marcelo Estadio: Santiago Bernabéu. 68.000 espectadores.