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Manzano atasca al Atlético

Los rojiblancos, sobrecargados de centrocampismo, derrotan sin mucho juego al Celtic. Marcan Falcao y Diego

JOSÉ MIGUÉLEZ

Manzano convirtió el Atlético en un atasco. Lo anunciaba un once inquietante, con las tres luces del mercado de fichajes ya dentro, pero sin Reyes y Adrián, y lo confirmó el juego, incluso pese al alivio del gol tempranero de Falcao. Con tres centrocampistas puros, tendentes a la contención, y dos jugadores a medio camino, el Atlético fue demasiado tiempo la A-6 a las ocho de la mañana. Si el técnico pretendía de salida que Diego y Arda jugaran arriba no lo consiguió. El brasileño es la esperanza creativa de este equipo, pero se vio ahogado como trescuartista sin opciones de pase por delante. Y Arda (lo ha avisado en sus tres partidos) tiende a buscar el balón en persona, a mezclarse por el centro antes que buscar el desmarque por el costado. Tráfico denso con retenciones, lo llama la DGT.

Y eso que, pese a las sospechas de la alineación (¿será una anécdota o un indicio lo de Reyes? ¿Y lo de que para que Diego entre haya que sacrificar un delantero?), Falcao aplazó por un rato los debates con uno de esos saltos felinos que dieron argumento a su millonaria contratación. Un vuelo decidido a por un balón que Diego colgó a la salida de un córner en el punto de penalti. Falcao se anticipó, ganó a los rivales y picó con veneno. Gol.

Falcaoconfirmó los valores de su remate y sus acrobacias a la primera

El colombiano confirmó los valores de su remate y sus acrobacias a la primera, pero a la vez aireó que no está para más. Es un finalizador estupendo, pero un futbolista confuso en el trámite. Voluntarioso, de máxima movilidad, sí, pero las jugadas no crecen cuando pasan por su mediación. Más bien al revés.

El Celtic no mostró mucho afán en castigar el planteamiento enredado del Atlético. En realidad contribuyó a volverlo más plomizo por su poca ambición, las líneas muy juntas sobre su área. Sólo en las contras, muy rápidas, los escoceses lanzaban amenazas. Pero ahí se encontraron siempre con Courtois, que emite señales cada vez más poderosas de gran portero.

El Atlético tuvo la pelota, pero no supo moverla nunca con claridad

El Atlético tuvo la pelota, pero no supo moverla nunca con claridad ni velocidad. Lo intentó Diego, el indiscutible genio de la lámpara de este equipo, pero sólo le ofrecían soluciones para tocar hacia atrás. El público, que apenas completó la mitad del aforo del Calderón (había un grupo de hinchas del Sion, que tenía el viaje contratado antes de que la UEFA lo sancionara y supliera por el Celtic), terminó por hartarse de aburrimiento y castigó con algunas protestas la desesperante falta de gas de los rojiblancos.

El entrenador no supo o no quiso darse cuenta del despropósito, así que insistió con lo mismo tras el descanso. Sobre la hora de juego, ya tiró de Reyes, al que incluso dejó en esa banda derecha desde la que acostumbra a descorchar su talento, y obligó a Turán ya con firmeza a pegarse a la izquierda. El equipo agradeció el paso hacia el 4-2-3-1, pero estaba tan contaminado de sopor y lentitud, que le costó enchufarse. Tras el 2-0, esta vez sí tras una gran jugada de Turan, salió por Gabi Adrián, aire fresco y dinamita en el desmarque. Y así a los 70 minutos, el Atlético se encontró al fin con la alineación buena. El once al que no se atrevió Manzano, un técnico que vuelve a dar miedo.

Atlético: Courtois; Perea, Miranda, Godín, Antonio López; Koke (Reyes, m.56), Mario, Gabi (Adrián, m.70); Arda, Falcao y Diego (Tiago, m.84).

Celtic: Forster; Loovens, K. Wilson, Mulgrew, M. Wilson (Matthews, m.80); Forrest (Commons, m.83), Ki, Kayal, Ledley (Bangura, m.78); Hooper y Samaras.

Goles: 1-0. M.2. Falcao, de cabeza, a la salida de un córner botado por Diego. 2-0. M.68. Diego, con la derecha, culmina una jugada de Arda por la izquierda.

Árbitro:: Rasmussen (Dinamarca). Amarilla a Gabi, Mario, Kayel, y Loovens.

Vicente Calderón: 23.290 espectadores.

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