'Estamos contentos por las sensaciones que hemos tenido. Espero que, a partir de ahora, sólo provoquemos alegrías y no taquicardías', aseguraba Pau Gasol. Su alegría se contagiaba entre los serbios, clasificados para cuartos de final, por la victoria de España ante Lituania, con independencia de sus dos últimos resultados.

Y es que los serbios salen favorecidos de cualquier empate a dos, y se unen a Turquía y Eslovenia en la siguiente fase. Esta situación provoca que el partido entre España y Polonia se convierta en un choque que no deja margen de error: la selección que pierda quedará eliminada del Europeo.

Sin embargo, tras la imagen mostrada este lunes, en España todos son mensajes positivos. 'Después de la derrota con Turquía, muchos se hubieran hundido y cada jugador habría ido a su bola, pero hoy hemos demostrado que somos un equipo y que la gente puede confiar en nosotros', aseveraba Ricky Rubio, que afianzaba las palabras de unidad.

'Hemos estado juntos en las derrotas y también en las victorias. Este equipo sube y se crece en los momentos difíciles como hemos demostrado', asegura el base del Barcelona. Mientras, Scariolo se felicitaba por transformación. 'No hemos cambiado nuestro juego, pero cómo habíamos hablado hemos subido dos niveles nuestra intensidad defensiva y velocidad en ataque'.

'El partido ha sido un ejercicio de orgullo', continuaba el seleccionador nacional, 'en el que todos los jugadores han actuado con una gran generosidad y, a partir de ahí, se ha consolidado la victoria'.

Una corriente que consolidaba Mumbrú. 'Hemos vuelto a jugar como nosotros queremos. Esa es la clave. Sergio nos ha dado, en las reuniones que hemos mantenido, la línea a seguir y creo que lo hemos hecho como él quería, perfecto, y ha salido todo bien'.