El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) ha conseguido con su victoria en el Gran Premio de las Américas que se disputó ayer en Austin un doble objetivo, ya que además de sumar otros veinticinco puntos, los segundos consecutivos, también ha logrado meter miedo a sus rivales desde el primer momento.

Qatar no era el sitio más propicio para las Honda y ganó, en Austin nadie pensaba en otra cosa que no fuese la victoria del campeón del mundo de MotoGP más joven de la historia, pero todos sus rivales saben que ahora llega una cita completamente nueva, la de Argentina, en la que Marc Márquez puede volver a tener ventaja.

Nadie tiene referencias del trazado de Termas de Río Hondo y eso le viene muy bien a Márquez, quien de encadenar su tercera victoria consecutiva se colocaría en una posición de privilegio en el campeonato y asestaría un golpe psicológico importante a sus rivales y eso podría tener más relevancia de lo que muchos piensan.

En Austin se pudo ver claramente que Jorge Lorenzo, quien debiera de ser uno de sus rivales por el título, no pasa por un buen momento de forma y su garrafal error en la salida es una muestra de ello, por mucho que justifique que se "despistó" al quitar uno de los plásticos protectores de la pantalla de su casco, manchado por los mosquitos.

Ese acto sólo refleja el momento de desconcentración que atraviesa el doble campeón del mundo de MotoGP (2010 y 2012), que deberá dar un giro radical a su inicio de temporada si quiere contar en las apuestas para pelear por el título, aunque Márquez ha demostrado una fortaleza envidiable que podría hacerle inalcanzable para todos sus rivales.

Al éxito de Márquez se unió la actuación de su compañero en la escuadra Repsol Honda, Dani Pedrosa, quien hizo la mejor carrera que podía hacer, siguió a Márquez hasta que vio que era inabordable, y desde ese momento optó por conservar sin arriesgar lo más mínimo para sumar unos puntos que pueden ser importantes en el tramo final del campeonato.

Pedrosa, siempre eficaz hizo lo mejor que podía hacer y, además, se benefició del desastre entre sus rivales, el error de Jorge Lorenzo y los problemas de Valentino Rossi con los neumáticos, que le acabaron relegando a una discreta octava posición.

En Qatar fue Esteve "Tito" Rabat y en Austin el triunfo recayó en las manos de Maverick Viñales, un debutante que ha demostrado tener las "cosas" muy claras a las primeras de cambio y eso le puede beneficiar durante el campeonato.

El campeón del mundo de Moto3 en 2013 ha demostrado una adaptación inusitada a la categoría y ello le puede convertir, de continuar en esa línea, en un claro favorito al título, si bien ahí sigue siendo "Tito" Rabat el que más posibilidades tiene ya que a pesar de algunos errores cometidos en una carrera muy complicada por los numerosos accidentes, supo sacar el mayor provecho posible. Una segunda posición que le consolida en la primera plaza del mundial.

Como también se consolida el australiano Jack Miller, quien demostró que su victoria en Qatar no había sido "flor de un día" y con ambición y mucha garra asestó a sus rivales por el título un duro golpe difícil de encajar al vencer también en Austin.