El partido comenzó con tres minutos de retraso debido a que cuatro jugadores y el portero del Granada querían saltar al terreno de juego, una vez avisados, con la media cortada a la altura de los tobillos y un calcetín de diferente color debajo', escribe Iturralde en el acta del encuentro celebrado el sábado en Mestalla.

'No llevábamos dos medias, sino una que tiene la parte de abajo de color blanco y el resto de color verde -explica Roberto, portero granadino-. Sólo se veían dos centímetros de calcetín blanco por encima de la bota y el resto era verde, pero el árbitro fue muy rotundo y amenazó con no iniciar el partido hasta que corrigiéramos lo que entendía como una anomalía'.

Al parecer, Iturralde interpretó que se trataba de un capricho o de una apuesta entre los jugadores y no atendió a sus explicaciones. La situación se pudo corregir en Mestalla porque, casualmente, una de las cintas que los utilleros usan para cerrar las maletas es de color verde. Si no llega a ser por eso, el Granada tendría que haber pedido prestadas al Valencia las medias de su segunda equipación para poder jugar.

'Es cierto que en otros partidos nos ha ocurrido lo mismo, pero no ha habido una orden tan tajante para que cambiemos las medias como la que vivimos en Valencia', reconoce Roberto.

El Granada tendrá que plantearse el cambio de calcetines para afrontar la temporada en Primera si no quiere encontrarse con problemas cada vez que le pite algún árbitro tan meticuloso como Iturralde González.