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Messi llega siempre

El Barça supera las adversidades y un mal inicio para imponerse al Osasuna por goleada

GERMÁN ARANDA

 

En el peor de los casos, el Barça puede pasarlo un poco mal antes de abrir el marcador. Una vez lo ha hecho, parece imposible que en su actual momento de forma exista alguien capaz de ponerle en aprietos. Pedro, que pocas horas antes consiguió tomar el AVE del equipo a la carrera y pocos minutos antes de su partida, llegó ayer a tiempo para poner orden en el marcador y permitir a su equipo retomarlo en lo que a juego se refiere.

Porque antes de que Pedro marcara, habilitado por un Messi que después de meter todos los goles del mundo ha decidido emplearse también al máximo en el pase de gol, el Barça lo estaba pasando francamente mal, asfixiado por la presión de Osasuna.

Media hora después de acabar una odisea a contrarreloj de cuatro horas bajando de un autocar parado durante un cuarto de hora a las puertas del Reyno de Navarra, al equipo le costó creerse que estaba jugando un partido en esas extrañas condiciones, con tres cuartos de hora de retraso, con un público hostil, ardiente y una gélida temperatura en su contra. Aun tuvo suerte el conjunto visitante de que los empleados del club navarro hicieran desaparecer en menos de un día los más de ocho centímetros de nieve que cubrían el césped.

Después del gol de Pedro, el Barça recobró la normalidad

Para paliar tanta adversidad, Guardiola puso en el campo una garantía de éxito, el mismo once que goleó al Madrid en el histórico 5-0. Consciente de la grandeza del adversario, Camacho multiplicó a sus futbolistas, inyectados de una intensidad que impedía al conjunto azulgrana siquiera coger el pincel. La presión adelantada de un equipo que llevaba ocho meses sin perder en casa forzó un montón de errores de la defensa en la salida. En los primeros dos minutos, el conjunto local ya había servido dos córners. En los diez siguientes, vivió permanentemente en campo ajeno, algo que no suele permitir el conjunto azulgrana. Soriano tuvo la posibilidad de adelantar a su equipo, pero disparó fatal, solo ante el mismo Valdés que le había regalado con un mal servicio el balón.

Al campeón, al líder, al admirado, no se le puede perdonar así. La velocidad en el área aprovechando pases al hueco viene siendo un gran recurso azulgrana para desatascar partidos. Así Pedro, especialista en la tarea, aprovechó el pase que Messi se inventó entre la defensa rival.

Messi volvió a marcar en dos ocasiones, una de ellas a pase de Villa

Con el 0-1 volvió el río a su cauce. No regresó el Barcelona exprimido que arrolla a ritmo de vértigo, pero sí el conjunto tranquilo cuyo dominio no peligra, al que los goles van llegando, sin prisa ni pausa, el control y el dominio de un centro del campo sin igual, la definición de dos atacantes cuya conexión no tiene fin. Messi golpeó dos veces, una aprovechando un pase de Villa, otra convirtiendo un penalti que él mismo provocó.

Al Barça, al del campo, le dan igual los embrollos de su directiva o la Federación, viajar en avión, autocar o bicicleta. Guardiola controla a la perfección el vuelo de su equipo, por muy alto que sea, nunca pierde de vista la pantalla de la realidad.

0- Osasuna: Ricardo; Nelson, Sergio, Flaño, Monreal; Puñal, Nekounam: Juanfran, Soriano, Masoud; Camuñas (Pandiani, m.41).

3 - Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Xavi (Keita, m.81) , Busquets, Iniesta; Messi, Villa (Bojan, m. 87) y Pedro (Jeffren, m.87).

Goles: 0-1 (M.26): Pedro bate a Ricardo tras recibir un preciso pase interior de Messi. 0-2 (M. 64): Pase en profundidad de Villa que Messi, en carrera, aprovecha para superar 0-3 (M.83): Messi, de penalti, engaña al portero con un disparo raso.

Árbitro: Texeira. Mostró amarillas a Soriano, Puñal y Lolo.

Reyno de Navarra: 18.043 espectadores. 

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