Este artículo se publicó hace 13 años.
Messi, no hay quinto mejor
Entre los más grandes. El 10 del Barça suma méritos para unirse a Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona, los cuatro iconos del fútbol mundial
Enrique Marín
Cumplidos los 24 años, Messi ha subido un peldaño más de la escalera que conduce al olimpo de los dioses del fútbol. Allí donde Di Stéfano (Buenos Aires, 4-7-1926), Pelé (Tres Corazones, Brasil, 23-10-1940), Cruyff (Ámsterdam, 25-4-1947) y Maradona (Lanús, Argentina, 30-10-1960) aguardan por riguroso orden cronológico la llegada de un quinto grande. Nombres como los de Zidane, por su excelencia y sus conquistas con Francia, y Ronaldo, el goleador por antonomasia, se quedaron a las puertas. Messi está cada vez más cerca. La Supercopa, incluso con arena de playa aún pegada, volvió a demostrar la influencia infinita de su talento. Unas semanas antes, la Copa América aireó dónde sigue su talón de Aquiles: la selección.
"Jugadores como Messi salen uno cada medio siglo", asegura Pep Guardiola. Quizás cada medio siglo no, pues si entre el nacimiento de Di Stéfano y el de Maradona, con los de Pelé y Cruyff entre medias, pasaron 34 años, El Pelusa le lleva 27 a Messi. Es decir, que más de un cuarto de siglo después, todo apunta a que el quinto grande será otro argentino, aunque en ese caso el nombre de Messi debería ir acompañado de un anexo con los de los españoles Xavi e Iniesta, los jugadores que le han suministrado esos balones de oro que le han permitido convertirse en el mejor definidor del planeta.
A sus 24 años, es decir, aún con una larga carrera por delante, Messi acumula ya 16 títulos, más que Pelé a su edad, aunque para entonces el brasileño había ganado dos de sus tres Mundiales. Hasta la fecha, La Pulga ha conquistado ocho títulos más que Cruyff y 12 más que Di Stéfano y Maradona. La Liga de Campeones ganada por el Barça en Wembley y esta Supercopa ante el Madrid, con los ojos del planeta encima, son los últimos trofeos de caza de Messi.
Y han servido además para que el 10 argentino exhibiera los argumentos que avalan su candidatura.
La acumulación de títulos no es suficiente argumento para coronar a un futbolista y, además, los hay que tienen más valor que otros. Cuando se habla de los grandes jugadores de la historia, el palmarés sirve de referencia, pero lo verdaderamente importante es su aportación al fútbol y lo que brillaron sobre el césped. Así, quienes le vieron jugar entre 1945 y 1966, coinciden en que Di Stéfano fue un adelantado a su tiempo. Su ventaja es que formó parte de un Madrid capaz de ganar cinco Copas de Europa consecutivas, un dato que evidencia su hegemonía de aquel equipo.
Un caso distinto es el de Pelé, que jugó entre 1956 y 1977, y es un icono futbolístico pese a no haber jugado en Europa. Los tres Mundiales con Brasil, además de un total de 26 títulos entre el Santos y la canarinha, convierten a O Rei en el más grande entre los grandes en cuanto a palmarés se refiere.
Cruyff tiene que ver también con la evolución del fútbol. En el Ajax, primero, con el Barça, después, y siempre con Holanda, Johan es el estandarte de la Naranja Mecánica y el fútbol total implantado por Rinus Michels.
Maradona es la referencia más cercana a Messi. Y no sólo en el tiempo o por el hecho de que también sea argentino. Sin embargo, contextualizando el fútbol en el que tuvo que desenvolverse El Pelusa, quizás lo suyo tiene más que mérito.
Con quien más paralelismos tiene Messi es con Maradona. De hecho, muchas exhibiciones de Leo han sido calificadas de maradonianas, en referencia al anterior 10 de Argentina. El mismo dorsal que lució La Pulga en la Copa América. "Ganar con la selección de tu país lo es todo y es lo que más deseo". Pero esta es la asignatura pendiente de Messi. En este apartado, Pelé, con tres Mundiales, y Messi, con uno, le superan.
Posiblemente no ha habido, hay y costará que haya un quinto mejor que Messi, aunque para entrar en el olimpo de los dioses del fútbol deberá refrendar su grandeza con Argentina. Allí donde Xavi e Iniesta brillan por su ausencia y no puede generarle los espacios en los que Messi se desenvuelve como nadie. Ellos ya han sido campeones de Europa y del Mundo con España. Un dato que nunca se debería olvidar. "Sin Xavi e Iniesta, Messi no triunfaría en Inglaterra. Sin ellos dos, le sería imposible jugar como lo hace en España", dijo Rooney sobre el argentino. Messi le debe mucho a su técnico, con quien ha mejorado e incorporado a su fútbol técnicas que se potenciarán cuando físicamente no sea el mismo. Pep, que en cierta ocasión dijo a los jugadores del Barça B que no quería el gol de Messi al Getafe, sino pase, pase y pase, ha sabido crearle un hábitat tal que ha sido el jugador que más ha crecido en la era Guardiola. Es otro Messi mucho mejor. Y en la Supercopa, pese al ruido, volvió a demostrarlo.
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