Este artículo se publicó hace 13 años.
Messina deja el Madrid de repente
El técnico italiano, desesperado por el bajo rendimiento del equipo desde la Copa, dimite
Messina no aguantó más. Un día después de una derrota con mala imagen en la Euroliga comunicó que no volverá a sentarse en el banquillo del Madrid. Ya se lo dijo la noche anterior a los jugadores. Y hoy confirmó su diferencia. A diferencia de otras ocasiones, esta vez no hubo vuelta atrás. El prestigioso y laureado entrenador, que llegó al Madrid hace dos veranos, se va con menos nombre del que traía y ningún título nuevo para exhibir.
El técnico italiano ha explicado al club que no se siente capacitado para levantar un equipo que, a pesar de estar haciendo una buena temporada, lleva unos partidos rindiendo por debajo de lo esperado. El Madrid ha perdido recientemente contra el Valencia, Valladolid y Siena. Y el técnico, que no entiende los motivos de este bajón, prefiere echarse a un lado. El objetivo al que renuncia Messina es la final a cuatro europea, algo que los blancos no consiguen desde hace 16 años, y que, esta vez, parece cerca gracias a la ventaja de campo de la que dispone contra el Valencia.
El Madrid intentó todo lo posible para que Messina reconsiderase su decisión. Pero esta vez la dimisión era definitiva. Los directivos blancos estaban contentos con su labor, incluso ilusionados tras un enero en el que el Madrid venció en plazas difíciles, tanto en la Liga ACB, contra el Baskonia, como en la Euroliga ante el Efes Pilsen o el Partizan. Pero su decisión fue firme. Tanto es así que el italiano ha renunciado al año que le quedaba en el contrato. En el Madrid no ven motivo de reproche. "Se ha ido como un señor", aseguraban en las oficinas.
El técnico tomó la decisión después del partido de la Euroliga contra el Siena, en el que su equipo dio una muy pobre imagen (77-95). Los primeros en enterarse de su marcha fueron los miembros de la plantilla. "Habéis jugado una final, estáis en cuartos de la Euroliga y vais segundos en la ACB. Adiós y suerte", fueron sus palabras, según adelantó Onda Madrid. Después, el técnico se encaminó a la rueda de prensa, pidió perdón a la afición por lo que se acababa de ver y no admitió preguntas.
Cuando la decisión ya era definitiva, se reunió con Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros, responsables del baloncesto en el club. A su salida fue preguntado si se le vería hoy y respondió con un críptico "seguramente". Poco después, un comunicado confirmaba su marcha y convocaba a los medios a una conferencia de prensa en la que Messina, arropado por Sánchez, se despedirá del club.
La relación con la plantilla estaba muy deteriorada, especialmente en las últimas semanas, después de que dejara sin ficha a Garbajosa antes de la Copa para dar entrada a Begic. Una decisión que se interpretó como un golpe a los pesos pesados del vestuario, el núcleo duro de españoles, con quienes sostenía desde hace tiempo un pulso. El club niega que esos problemas hayan influido en la dimisión.
A partir de hoy, el entrenador será Emanuele Molin, asistente de Messina durante muchísimos años, y encargado del trabajo diario. Lele, como le llaman los jugadores, contará con la ayuda de Cuspinera, que ya estaba en el cuerpo técnico, y el veterano Tirso Lorente, un clásico de la sección blanca, que ya llegó incluso a dirigir al primer equipo. En la temporada 1997-98.
El Madrid no se plantea fichar a un nuevo entrenador. Confía en que la terna suponga un reactivo. Y si se consigue algún título, les ofrecerá la renovación. El debut de Molin se producirá este sábado contra el Joventut (18.00 h., Teledeporte).
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