Este artículo se publicó hace 17 años.
Un meticuloso economista
Gené está suscrito a varias revistas de economía y medita todos sus pasos.
Marc Gené deja poco espacio al azar. Lo que él mismo reconoce como defecto, su meticulosidad, es muy apreciada por Ferrari. Ninguna virtud más adecuada para un piloto probador cuya misión principal es calibrar y poner a punto los bólidos.
Le gusta tenerlo todo bajo control y tiene aficiones e inquietudes muy particulares. Por ejemplo, confiesa que lee siempre en inglés y que de sus tres páginas web preferidas, una es la de la famosa tira cómica norteamericana Calvin and Hobbes, y otra, una titulada “la genética al alcance de todos”.
Probó las mieles de la Fórmula 1 en Minardi en 1999 y 2000, pero en 2001 Fernando Alonso ocupó su asiento y él no ha vuelto a competir. Quizás por eso cree que en Ferrari “no hay sitio” para el astur.
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