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Dos minutos enredan al Barça

El Milan se adelanta tras el saque de inicio con un gol de Pato y empata en el último suspiro con otro de Silva

RUT VILAR

Le bastaron al Milan dos minutos, el primero y el último, para llevarse del Camp Nou un punto que, por juego, no mereció. Sorprendió al Barcelona tras el silbido inicial y le dio la estocada cuando el conjunto catalán enfilaba la caseta. El resto del partido planteó el equipo de Allegri un duelo desagradable. Cerrado la mayoría del tiempo atrás, el campeón italiano puso en evidencia que, a pesar de los goles de Messi y Villa, al Barça todavía le falta engrase. Además, Guardiola volvió a hacerle un flaco favor a Busquets situándolo en la zaga.

Y es que, de inicio, el técnico alineó de nuevo a dos centrocampistas en defensa: Mascherano y Busquets. A Keita como mediocentro y dejó a Cesc en el banquillo. Allegri apostó por no cambiar la disposición habitual de su equipo: armó la medular en rombo y, sin Ibrahimovic, situó delante a Pato y Cassano. Llegó tan pronto el gol del Milan que, probablemente, trastocó la idea del conjunto italiano que, tras el tanto de Pato se cerró con diez atrás.

En un abrir y cerrar de ojos, tras un par de rechaces en corto justo después del saque inicial, Van Bommel se impuso a Iniesta y mandó el balón hacia el ariete brasileño que, desde el círculo central, encaró el área rival. Mascherano se pasó de frenada y, en campo abierto, Pato dejó en evidencia a Busquets. Avanzó con el balón por el centro el brasileño y logró sacarle un par de metros al de Badía para batir sin problemas a Valdés.

Por delante en el marcador, el Milan se aplicó en el catenaccio y depositó toda su suerte en ataque al 7 rojo. Cedió el balón al Barça y aguantó impermeable hasta que Messi encontró un agujero donde no lo había.

El desorden defensivo del Barça -Alves jugó de extremo, Busquets no podía con la velocidad de Pato y fue Abidal quien tuvo que encargarse del marcaje al brasileño- se contagió al resto del equipo. Circulaba lento el balón entre los azulgrana, empeñados en buscar el espacio por dentro, facilitando la tarea del conjunto lombardo, donde Nesta, bien abrigado, ofreció una clase magistral a pesar de sus 35 años. Lesionado Boateng, Allegri reforzó la medular con Ambrosini.

Seguía el Barça atascado y Guardiola mandó a Villa que se pegara a la cal por el flanco izquierdo para que fluyera mejor el ataque azulgrana. Aun así, el equipo catalán tuvo que encomendarse a la magia de Messi para remontar el marcador. El argentino se mandó un autopase imposible, en el área grande, y ante la incredulidad de los futbolistas del Milan, que ni por un momento imaginaron que la Pulga alcanzara ese balón sin dueño, ganó la línea de fondo para centrar al segundo palo, donde Pedrito sólo tuvo que empujar el balón.

Antes del decanso, se lastimó Iniesta, sustituido por Cesc, cuya entrada al campo no cambió la dinámica de su equipo. Pero trascurridos apenas cinco minutos del segundo tiempo, Villa, con un zapatazo tremendo, consiguió el segundo tanto azulgrana en una falta directa, ejecutada desde unos 25 metros.

Siguió con el control del duelo el Barça y en el último suspiro apareció poderoso Thiago Silva a la salida de un córner y volvió a silenciar al Camp Nou.

Barcelona: Valdés; Alves, Mascherano, Busquets, Abidal; Xavi, Keita (Puyol, m. 66), Iniesta (Cesc, m. 39); Villa (Afellay, m. 83), Messi y Pedrito.

Milan: Abbiati; Abate, Nesta, Thiago Silva, Zambrotta; Nocerino, Van Bommel (Aquilani, m. 77) Boateng (Ambrosini, m. 34), Seedorf; Pato y Cassano (Emanuelson, m. 61).

Goles: 0-1. M. 1. Pato se va por velocidad de Busquets y bate a Valdés tras el saque inicial. 1-1. M. 36. Pedrito marca a centro de Messi. 2-1. M. 50. Villa de falta directa. 2-2. M. 90+2. Thiago Silva cabecea un córner.

Árbitro: Atkinson. Enseñó tarjeta amarilla a Van Bommel, Villa, Nesta, Alves y Puyol.

Camp Nou: 89.861 espectadores.

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