La nadadora española Mireia Belmonte ha dado la primera alegría a la delegación española en Londres después de los primeros sinsabores. La nadadora barcelonesa, una de las aspiraciones más serias de medalla para España, se ha clasificado para competir por primera vez en una final olímpica, la de los 400 estilos, con el quinto tiempo de las ocho que pasaron el corte de las series.

La nadadora de Badalona (Barcelona), de 21 años, fue tercera en su serie, la más rápida, por detrás de la estadounidense Elizabeth Beisel, con 4.31.68, y la china Xuanxu Li, con 4:34.28. Belmonte paró el crono en 4.34.70. Por delante de la española también se situaron la china Shiwen Ye y la británica Hannah Miley, que se impusieron en las dos series anteriores con 4:31.73 y 4:34.98, respectivamente. La final se disputará esta tarde hacia las 21 horas.

En el centro acuático de Londres la competición ha comenzado a todo ritmo y con alguna que otra sorpresa. Como la pobre actuación del estadounidense Michael Phelps, que entró con el peor tiempo de los ocho clasificados en la final de los 400 metros estilos por detrás del japonés Kosuke Hagino, el surafricano Chad le Clos y su compatriota Ryan Lochte.

En estas primeras series de la competición olímpica de natación se produjeron dos sorpresas: la victoria del nipón y la eliminación del campeón de Europa, el húngaro Laszlo Cesh.

Phelps entró por los pelos con 4:13.33 por 4:13.40 de Cesh, segundo en esa serie. Lochte paró el crono en 4:12.35 para ser segundo de la última serie en la que se vio superado en los últimos metros por Le Clos, con 4.12.34.

Pero también el público londinense ha visto batirse el primer récord olímpico en sus aguas. Ha sido el de la estadounidense Dana Wollmer, que pulverizó la marca de los 100 metros mariposa en la jornada inaugural de este deporte en la piscina olímpica. La estadounidense paró el crono en 56.25 para rebajar la mejor marca olímpica en poder de la holandesa Inge de Bruijn, vigente desde Sydney 2000 con 56.61.