Presente en espíritu en San Siro, aunque no lo estuviera físicamente, Tito Vilanova pudo celebrar ayer en la habitación de un hospital la victoria que más ha resaltado su trabajo en el Barcelona. Un triunfo coral que, además de dar la primera plaza del grupo H a los de Pep Guardiola, revaloriza el prestigio azulgrana por el espectáculo ofrecido ante un rival de altura. 'Nos ha costado un poco, pero hemos logrado una gran victoria que, por supuesto, dedicamos a Tito', señaló Xavi, autor del tanto que cerró la noche. 'Ojalá lo tengamos pronto entre nosotros', añadió Mascherano.

La UEFA les había prohibido, como pretendían, saltar al campo con una camiseta de apoyo al segundo técnico del Barça. Le brindaron el triunfo y, si Vilanova no dice lo contrario, le dedicarán la camiseta en el próximo partido en el Camp Nou, ante el Levante. 'Ayer [por el martes], fue un día muy duro. Recibimos una muy mala noticia y costó mucho. Pero hoy [por ayer], ya todos estamos tranquilos y bien', señaló Manel Estiarte, jefe de relaciones externas del Barça, en declaraciones a TV3, antes del encuentro.

'Mis jugadores han sido muy valientes y, si la gente, además, se lo ha pasado bien, fantástico', aplaudió Guardiola, que no dio la mano a Ibrahimovic porque ni siquiera se cruzaron. Tenía motivos de celebración el de Santpedor, convertido ya, con 27, en el técnico azulgrana con más victorias en Europa. Ante el Milan, su equipo superó, además, el centenar goles en la Liga de Campeones desde que él asumió la dirección. La cifra, lograda en poco más de tres años, ilustra la productividad goleadora del Barça.

Buena parte de ella, le corresponde a Messi, autor de 35 de esos 102 goles del Barça en la Champions. El argentino sumó ayer un tanto a los cinco que ya acumulaba este curso y, de paso, superó otro de los pequeños retos personales con los que autoalimenta su ambición. Hasta ayer, la Pulga nunca había logrado marcar ante un equipo italiano, en los seis partidos que había disputado.