Este artículo se publicó hace 13 años.
Mourinho, demasiado ruido para tan pocas nueces
El Madrid de Pellegrini sumó un punto más ante los mismos rivales en Liga
Enrique Marín
Aunque por aquello del resultadismo que pregona y en el que se ampara no será hasta final de temporada cuando Mourinho rinda cuentas, si no ante Valdano, sí ante Florentino Pérez, la derrota en Pamplona ha puesto la Liga muy cuesta arriba a su Madrid. Y más que por los siete en realidad, ocho puntos de ventaja que le lleva el Barça, por la abismal diferencia entre el juego de blancos y azulgrana. Mañana, ante el Sevilla, Mou puede asegurarse la final de Copa, un título interesadamente sobrevalorado, pero en la que el portugués volvería a encontrarse con el Barça, sin duda una coincidencia de doble filo.
Mourinho ya no habla de equipo en construcción, si bien los blancos siguen con los andamios al aire y basta que falte Alon-so para que la fachada, y nunca mejor dicho, se venga abajo. Si en algo está decepcionando el laureado técnico de Setúbal es en su incapacidad para hacer del Madrid un equipo reconocible. Ganar es evidente que lo sabe hacer, aunque el 5-0 del Camp Nou fue un duro correctivo y los últimos tropiezos en Liga, un aviso de lo que puede sucederle en la Champions si Cristiano no recupera el tono físico y Xabi Alonso, la salud.
El luso se aferra a la Copa, aunque la final tendría un peligroso doble filo
Hasta la fecha, Mourinho ha metido demasiado ruido para tan pocas nueces. Prueba de ello es que frente a los mismos rivales en Liga, y exceptuando a los tres ascendidos Real Sociedad, Hércules y Levante, el Madrid de Pellegrini sumó 45 puntos, por 44 el de Mourinho. Además, a estas alturas de la Liga pasada, el Madrid estaba a cinco puntos del Barça, diferencia que en la siguiente jornada redujo a dos al caer los de Guardiola en el Calderón.
Tres semanas después, el empate del Barça contra el Almería de Lillo (2-2) y la victoria in extremis del Madrid frente al Sevilla (3-2) llevaron a los de Pellegrini a coger el liderato, donde aguantaron seis jornadas, hasta que el Barça visitó el Bernabéu y su 0-2 se lo arrebató. El Madrid se quedó a un punto dos semanas después y llegó con posibilidades hasta la última jornada, aunque al final acabó a tres puntos del campeón. El Barça goleó al Valladolid (4-0) y el Madrid empató (1-1) en La Rosaleda, precisamente el banquillo que ahora ocupa Pellegrini.
Para Mou ganar la Liga más que un reto es ya una hazaña
Analizando el calendario que resta a Barça y Madrid, y haciendo una prospectiva de los resultados que ambos lograron hace un año contra los mismos rivales y exceptuando los tres ascendidos, resulta que mientras los de Guardiola sumarían 43 puntos en 15 partidos, el Madrid alcanzaría 33 en 14. Es decir, que la diferencia actual se vería más que duplicada. Al igual que sucedió en la pasada Liga, la presión que el Madrid ejerció sobre el Barça es precisamente lo que más espolea al equipo de Guardiola, que sigue con el mismo fútbol y la misma dinámica de resultados con la que terminó la Liga 2009-10.
El Madrid nunca ha remontado siete puntos, de ahí que para Mou ganar la Liga más que un reto es ya una hazaña. La máxima diferencia que fueron capaces de superar los blancos fue de seis puntos en la temporada 2006-07 y con Capello. Por cierto, el empeño de hoy en alinear un doble pivote con Lass y Khedira recuerda al del italiano con Diarra y Emerson, así como al de Del Bosque con Flavio y Makelele. Está escrito, el debate no era el nueve sino el cuatro.
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