Este artículo se publicó hace 14 años.
Nadal y la resurrección de Ferrero
Parece fácil, aunque Nadal asegura que no es un entrenamiento
Parece fácil, aunque Nadal asegura que no es un entrenamiento. Después de Thiemo de Bakker le tocó el turno al alemán Berrer, que aún le hizo menos partido. 6-0 y 6-1 es un resultado escandaloso entre profesionales. El germano hizo cinco puntos en el primer set, 18 en todo el partido. Nadal jugó bien, poniéndolas en las esquinas y con el repertorio en su mejor momento. Inconmensurable, sí, pero aún le falta algo para probarse.
Hoy tendrá la opción. El rival es Ferrero. Hace un año hubiese sido una prueba menor, una más entre miles. Sólo le diferenciaba de la mediocridad su laureado pasado. Era historia, nada más. Había que bucear hasta la posición 115ª del ránking para encontrar a aquel tenista que llegó a ser núme-ro 1. Una lesión en el aductor, en apariencia nada grave, lastraba el tenis de Ferrero. En su cabeza la retirada estaba cerca.
"Si sigo bajando puestos no podré seguir", se lamentaba Juan Carlos a su entrenador, Antonio Cascales. Ferrero ya tiene el futuro resuelto para cuando deje la raqueta: es dueño del torneo de Valencia, de una de las academias más pujantes del tenis y de un hotel de lujo. Si tenía que volver a jugar clasificatorios de torneos se iría, pero quería darse una última oportunidad. Tras mucho buscar encontró a Pablo Escribá, un antiguo cuatrocentista metido a fisioterapeuta. Dio con la tecla: "hicimos trabajos de fuerza excéntrica, muy duros, pero salieron bien", comenta Cascales.
Con el físico recuperado, Ferrero volvió a coger ritmo, por el camino Wimbledon le ofreció una invitación, algo que el tenista no olvidará. Fue a la Davis como suplente, pero terminó de héroe contra Alemania. Ferrero volvía del letargo, pero quedaba camino por recorrer. Una lesión le borró en Australia. "Estaba fuerte, pero un esguince en el tobillo le impidió jugar con normalidad en Melbourne", asevera Cascales. Desde entonces empezó a ganar y fue el mejor en la temporada suramericana de tierra.
Y volvió la ambición. "El objetivo es estar entre los diez primeros antes de Wimbledon, para agradecer el detalle del año pasado", reconoce Cascales. Ferrero no olvida que en Inglaterra pensaron en él cuando estaba en el pozo. Hoy se enfrentará a Nadal, su objetivo del Top-10 está sólo a siete puestos.
Junto a ellos dos, la Armada tiene en cuartos a Verdasco, que ganó a Berdych (5-7, 6-3 y 6-2), Ferrer que pudo con Ljubicic (6-0 y 7-6) y Montañés que se deshizo de Cilic (6-4 y 6-4).
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