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Nihat se vuelve loco

TURQUÍA 3 - REPÚBLICA CHECA 2. El portero Cech regala un gol cuando la República Checa ya se sentía clasificada. Turquía remonta en el último suspiro con dos goles del pun

JOSÉ MIGUÉLEZ

La locura. Los dos minutos más emocionantes de la Eurocopa, de la vida de Nihat. La República Checa saltó por los aires después de acariciar el cielo, de sentarse allí. Los dos minutos que nunca olvidará Cech, el contrahéroe. El portero que falló en el peor momento, a dos minutos del final, cuando le dejó muerta la pelota a Nihat. Turquía dio la vuelta a la tragedia en un santiamén, volvió a la vida en dos minutos cuando ya llevaba escrito su epitafio. Altintop se puso a tirar pases y Nihat a creer. Llegó el gol del empate y luego el de la victoria, una obra de museo. Todo en dos minutos. El fútbol.

La Eurocopa volvió a ser de los bajitos. Y eso que concedió un rato de gloria a un gigante. A Koller, 202 centímetros de altura sobre los que se reparten 100 kilos de peso concentrados en un solo jugador. Poco delicado cuando las aventuras discurren a ras de suelo, descoordinado de movimientos, futbolista quién sabe por qué. Pero es una mole capaz de soportar de pie los golpes a los que dedican el juego los turcos. Se mueve más de lo que recomienda su peso. Y, sobre todo es un helicóptero a cuyo vuelo no llegan los defensas rivales, cuyo techo se queda mucho más abajo.

Grygera buscaba su cabeza cuando bombeó la pelota sobre el área, y la encontró. Koller hizo un escorzo raro en el salto, giró el cuello con estilo y dobló la mano de Demirel. Gol. Todo un acontecimiento por entonces, sumergido como estaba el encuentro en un sopor sólo alterado por el ruido de las patadas. Los turcos calzaban cuchillas (de hecho el colegiado cazó en el descanso a Servet con unas botas sospechosas de tacos y se las hizo cambiar).

Apretados por el resultado, los turcos se pusieron a hurgar por las bandas. La República Checa se puso a sudar en defensa y a soñar a la contra. Koller se ganó respeto en una carrera y su conducción del balón, pero volvió a retratarse con el remate. Un mano a mano franco que resolvió con zurdazo paralelo que se alejó del palo cinco metros. Por el suelo, no. En la acción siguiente, en cambio, la contra acabó en el sitio justo. Sionko envenenó un centro a la carrera y Plasil se lanzó a por él con el corazón. Su pierna izquierda alcanzó la pelota nada más botar y la mandó a la red. Una hermosura de gol. Polak tuvo la sentencia a la tercera, con Turquía desencajada, pero su remate se dio con la madera.

Así que Turquía vio en ese guiño de la fortuna un agujero para seguir creyendo. Agrandó su confianza el derechazo de Arda, que regaló un cuarto de hora final apasionante. Por la incertidumbre, por lo que estaba en juego, por el ardor turco en busca del milagro, por la resistencia checa... La emoción, la vida en juego.Y fue entonces cuando a Cech le falló la mano y cuando Nihat hizo estallar la Eurocopa.

3. Turquía: Demirel; Hamit Altintop, Emre Guncor (Asik, m.63), Servet Cetin, Hakan Balta; Mehmet Topal (Kazim Kazim, m.57), Aurelio, Arda Turan; Tuncay Sanli, Nihat, Semih Senturk (Sabri Sarioglu, m.46).

2. República Checa: Cech; Grygera, Ujfalusi, Rozenhal, Jankulovski; Galasek; Sionko (Vlcek, m.84), Matejovsky (Jarolim, m.38), Polak, Plasil (Kadlec, m.80); Koller.

Goles: 0-1: m.34: Jan Koller, 0-2: m.62: Jaroslav Plasil, 1-2: m.75: Arda Turan. 2-2: m.87: Nihat, 3-2: m.89: Nihat.

Árbitro: Peter Frojdfeldt (SUE). Expulsó a Demirel (m.90+2), por agredir a Koller. Amonestó a los turcos Mehmet Topal, Aurelio, Arda Turan, Emre Asik y a los checos Galasek, Ujfalusi y a Baros, en el banquillo.

Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo A disputado en el Estadio de Ginebra ante unos 30.000 espectadores. Presenciaron el encuentro en el palco los presidente de la FIFA y la UEFA, Joseph Blatter y Michel Platini.  

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