Números de campeón y la estrella en la portería

Los madridistas tienen motivos para la alegría. Sólo dos veces desde que la Liga tiene 20 equipos, un conjunto había llegado al final de la primera vuelta con 15 victorias y dos empates, el mejor registro que se ha dado. En ambas ocasiones fue también el Madrid, concretamente en las temporadas 87-88 y 88-89 y en las dos el equipo blanco salió campeón.

Además, desde que se implantaron los tres puntos, sólo tres equipos han concluido la primera vuelta con siete puntos sobre el segundo clasificado. Dos veces lo hizo el Barcelona y una el Atlético. Las tres terminaron con el campeón de invierno como campeón liguero.

Pero no todo pueden ser sonrisas en Concha Espina. Las estadísticas del Madrid dejan algunos datos preocupantes. Un equipo de la magnitud del Madrid y con el éxito que ha tenido durante la primera vuelta de la temporada no debería de ser el segundo equipo que más remates recibe. A pesar de ello, es verdad que no encaja muchos goles, pues tener a Casillas bajo palos ayuda bastante.

El Barça, datos frustrantes

El Barcelona, por su parte, tiene unos datos frustrantes. Sus números generales no son lejanos a los del Madrid, lleva tres goles menos a favor y uno menos en contra. Sin embargo esos exiguos dos tantos de diferencia se convierten en la clasificación en siete puntos que, al final, es lo que cuenta para conseguir el campeonato.

Tras los dos gigantes de la Liga se sitúan el Atlético, el Villarreal y el Espanyol, tres equipos con facilidad para hacer gol. También es muy destacable la posición de Copa de la UEFA del Racing. Los de Marcelino son mucho más fuertes en defensa que en ataque. Llevan cinco victorias por la mínima, dato sólo superado por el Espanyol, que ha ganado nueve veces por un sólo gol.

Buscando plazas europeas se encuentran el Valencia y el Sevilla. Los ché tienen un serio problema defensivo, especialmente en su estadio. Esta deficiencia no se compensa en ataque, sólo han anotado 22. El Sevilla, por su parte, es un equipo de extremos. No saben amarrar un empate, ellos sólo ganan o pierden.