"Se obsesionaban los niños con ganarme"

Tiene sólo 24 años pero ya es una de las más grandes deportistas españolas. Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 1985), una catalana de 1,80 de estatura, piloto de Montesa, ha ganado diez de los once últimos campeonatos del mundo de trial. Quiere dedicar este Mundial a Ricardo Pinet y Jaume Mimó, dos amigos del trial que han fallecido este año por enfermedad.

Es usted muy joven para haber ganado ya diez Mundiales.

Sí. Jamás me imaginé esto.

¿Nació en una familia de apasionados del motor?

Sí, mi padre me lo inculcó desde muy pequeña. Yo era una niña muy movida. Mi padre me subió a una moto por primera vez a los cuatro años y a los siete ya competía.

¿Se sintió forzada?

Jamás. Mi hermano, sí. Pero a mi esto me apasiona, me gusta muchísimo. Era yo la que tiraba del carro. ¡Y a los 14, campeona del mundo!

¿Competía contralos chicos?

Sí, solía ser la única niña y los niños se obsesionaban con ganarme. Los padres les decían: "Da igual que quedes el penúltimo, pero a la niña la tienes que ganar".

¿Ha visto mucho machismo?

Sí. Sobre todo ciertos comentarios, envidias... pero hay quien me ha tratado muy bien.

El trial es su prioridad, pero también ha competido en enduro.

Sí. Y en enero voy a correr el Dakar.

Es usted muy alta ¿no es eso una desventaja?

Sí y no. Las pequeñas son más ágiles, pero tener las piernas largas me ayuda a sacar la moto de algunos sitios. Y, por el contrario, cuando me caigo, me la pego más fuerte.

Este año ha arrasado. Ha ganado las dos primeras pruebas y le sobra ya la tercera...

El del sábado era un trial fácil, que es justo lo que peor me va. Soy superior en los difíciles. Lo bueno es que voy a la tercera prueba [el próximo sábado en Polonia] sin presión. Seguro que voy a pilotar mejor porque si fallo no pasa nada.

¿Cuál es su mejor cualidad?

La tozudez. Si tengo un objetivo trabajo mucho.

¿Qué cualidades mandan en el trial?

Técnica, concentración y sacrificio.

¿Dónde se entrena?

Últimamente me estoy entrenando más en Italia. Aquí no podemos por los ecologistas. Allí hay menos trabas medioambientales para entrenarse en el monte. En España tenemos campeones del mundo de trial, pero no podemos entrenarnos legalmente. Ojalá habiliten unas zonas especiales en la montaña como hacen con el esquí, pero claro, el esquí tiene mucho mercado. Los de las motos no tenemos tanto poder.

¿Ha notado la crisis económica?

Este año, sí. Pero yo soy muy afortunada: jamás pensé que podría vivir de esto.