Hay que pagar la novatada. No es cuestión sólo del primer domingo, pueden ser dos, tres o quién sabe cuántos. Son cosas que no se saben por qué le suceden a los equipos que asoman la patita por vez primera en una categoría. La portería propia se ensancha, la ajena encoge hasta parecer una de hockey patines, los rechaces se desvían siempre hacia el rival o, lo que es peor, a la propia meta.

Saboreó ayer el Xerez todas estas circunstancias. Ziganda es cuco, sabe que la imagen no suma. Cuando eres mejor , tienes que ganar, no hay más. El cero en la tabla de puntos pesa después de dos partidos en los que su equipo no lo ha hecho nada mal. Suele parecer sencillo, pero para los equipos modestos perforar la portería contraría siempre tiene un extra.

El Athletic se llevó el partido por historia, por currículum, incluso por clima. Y es que hasta diluvió en Jerez con diez días de verano todavía por delante. Aprovechó sus escasas apariciones por el área rival para llevarse los tres puntos.

El conjunto azulino es coqueto. Pretende sacar adelante la papeleta de la permanencia con elegancia. Así planteó la cita ante los vascos. El primero que se enganchó al partido fue Momo. A pierna cambiada encontró con facilidad la línea de fondo desde la banda derecha. Todo bien hasta que tocaba afrontar la última decisión, el último pase. Una mano de Iraizoz, un corte certero de Amorebieta o un centímetro de más separaron a los gaditanos de adelantarse en el marcador.

Todo lo contrario en la portería contraria. La primera llegada ya supuso un penalti riguroso a favor de los rojblancos. Sólo los reflejos de Renan evitaron males mayores. El juego de los de Caparrós tiene sus preceptos claros. De Llorente nace y culmina casi todo. Es el faro que ilumina lo que le rodea. Sus compañeros ya saben que la mayoría de los balones que vuelen serán cazados por el gigante. A partir de ahí cualquier cosa puede pasar.

El Xerez ponía la elaboración hasta tres cuartos de cancha, en la cuarta parte restante de campo ya resultaba más complicada la tarea. Sin crear demasiadas ocasiones llevó el peso de la primera mitad. Sin embargo, el Athletic tuvo el gol en un centro que se intoxicó tras rebotar en David Prieto. Una mala pasada que castigaba con severidad el esfuerzo local. El golpe fue doloroso. Llorente estuvo a punto de hacer todavía más sangre con un espléndido remate de cabeza que sacudió el larguero por dos veces.

Ziganda sacó a Viqueira en el descanso para dar más peso aún al centro del campo y hacer daño con el balón parado. Momo volvió a arrancar con brío en la segunda parte. Otra vez le faltaron centímetros para lograr la igualada.

Pero fue el Athletic el que estuvo más cerca de dejar liquidado el partido con un mano a mano de Llorente con Renan que resolvió bien el brasileño. A partir de ese momento el partido giró con brusquedad. Los rojiblancos mostraron mayor autoridad en el centro del campo. El Xerez pagó el esfuerzo del primer tiempo. Sólo en los últimos diez minutos recuperó un poco de chispa el equipo de Ziganda pero volvió a estrellarse contra un muro.

Xerez (0): Renan; Francis, Aytami, David Prieto, Mendoza; Vïctor Sánchez (Víqueira m. 46), Abel (Antonito m. 61), Bergantiños; Armenteros, Bermejo (Maldonado m. 70) y Momo.

Athletic (1): Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta, Castillo; Susaeta (Gabilondo m. 82), Yeste, J. Martínez, De Marcos (Iker Muniain m. 61); Toquero (Toquero m. 65) y Llorente.

Gol: 0-1. Min. 31. David Prieto marca en propia meta después de rechazar un centro de Susaeta. Árbitro: Ayza Gámez: Expulsó a Mendoza con roja directa por entrada a Muniain (m. 87). Amonestó con tarjeta a amarilla a Abel, Víctor Sánchez, Yeste, Toquero, Aitor Ocio y David Prieto.

Chapín: 20.000 espectadores. Primer partido del Xerez como local en la Liga BBVA. Javi Martínez falló un penalti en el minuto 14 señalado por manos de Abel.