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El ojeador antiMijatovic

El primer día que Portugal se cruzó con el director deportivo éste le despreció

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Desde el despacho de Portugal se ha generado poco ruido mediático desde que Calderón le repescó del banquillo del Racing tras una gran temporada. Siempre le han acompañado el silencio del ojeador que fue y una libreta. En una de ellas escribió que Kaká sería uno de los mejores jugadores del mundo o que Garay era jugador para el Madrid.

Ese silencio, sin embargo, se convirtió en ostracismo en el club desde el primer día que se cruzó con Mijatovic. 'No sé cuál es tu despacho', le dijo el director deportivo, además de mandarle de mala manera a la figurada parte trasera del globo.

Mijatovic siempre ha visto a Portugal como una amenaza, hasta el punto de controlar todos sus movimientos. Antes de viajar a cualquier parte para calibrar a una promesa, debe dar parte a Mijatovic. Portugal ha seguido trabajando en el anonimato, pero con hilo directo con Calderón, que se fía lo justo de su director deportivo. Menos aún tras el fracaso en el fichaje de Cristiano Ronaldo.

El presidente se reinventó una nueva función para Portugal ante el escaso margen de maniobra que le ha otorgado Mijatovic, con el que Calderón está en deuda tras cargar con el despido de Capello para proteger a su jefe.

Mijatovic no quiere a Portugal en el banquillo. Pero Calderón habla de él como de su Luis Molowny, el apagafuegos histórico. Si finalmente es elegido, sería una apuesta a corto plazo. Juega con la ventaja de haber procesado todo lo que sucede dentro y fuera del vestuario.

Aunque sin repercusión alguna, Portugal ha trabajado a estajo. Maneja informes que hablan de la profesionalidad de cada jugador de la primera plantilla y de la cantera. A los rincones que no ha bajado Mijatovic, él sí lo ha hecho. Su figura es aceptada con más naturalidad en los pasillos que la del director general. Puede que le haya llegado su hora.

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