La declaración de intenciones es unánime. Es la misma que antes del inicio del Europeo: el oro. Sin embargo, ahora, de esa búsqueda ha desaparecido el vicio de la euforia. Tras las dos exhibiciones ante Francia y Grecia, el grupo siempre responde con la misma coletilla.:'Hay que seguir trabajando'.

'Si mantenemos esta intensidad de pasar y defender es difícil que nos gane nadie, pero tenemos que mantenerla', vuelve a recordar un Scariolo que habla tranquilo, sin rastro de emociones. Las soltó en el vestuario, allí donde se cocieron las dudas y ahora todos funcionan como si fueran uno. 'Todos esperamos el oro', apunta Felipe Reyes, 'pero para eso tenemos que tener los pies en el suelo'.

Otra vuelta de tuerca a la exigencia desde la autoconfianza. 'Me da igual el rival. Si nosotros somos capaces de hacer nuestro baloncesto nos impondremos'.

Una máxima a la que Pau vuelve a llenar de exigencia. 'Siempre se puede jugar mejor aunque me conformo con que podamos mantener la misma intensidad que hoy (por ayer)', asegura Pau, que tuvo un recuerdo para la derrota en Madrid.

'Aquella final la perdimos por el exceso de euforia que se generó tras las semifinales. Ahora no nos puede pasar eso. Tenemos que seguir igual de implicados para ganar el oro', advierte el mayor de los Gasol.

'Hemos venido para hacer historia pero tenemos que dar ese paso adelante que no se ha conseguido en anteriores ocasiones', estimula Scariolo, consciente del absoluto compromiso de su grupo. El oro está por encima de todo. Incluso de un saludo de Allen Iverson, presente este sábado en el Spodek Arena de Katowice. 'Ahora estamos en esto, en ganar el partido', le dijo Marc Gasol, cuando fue a saludarle.