Un partido de "altísimo riesgo"

El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, calificó el clásico de esta noche como un partido de "altísimo riesgo", en cuanto a la seguridad se refiere. En declaraciones a TV3, Puig reconoció que la animadversión de la hinchada azulgrana hacia el entrenador del Madrid, José Mourinho, y "la sensación de incomodidad que se vive entre Catalunya y España" aumentan "el voltaje" del encuentro.

En total, los Mossos d'Esquadra desplegarán hoy unos 1.500 efectivos en el estadio y sus aledaños. Y, tras el encuentro, si el Barça elimina al Real Madrid, también velarán por el orden público en la zona de Canaletes.

En cuanto a la ubicación de Mourinho está sancionado y no puede sentarse en el banquillo, el Barcelona le ha ofrecido al técnico una localidad en el palco presidencial del estadio, entre los dirigentes de ambas entidades y las personalidades invitadas al duelo.

Descartada cualquier posición cercana a la hinchada local (detrás de los banquillos), el Barça no ha podido situar a Mourinho en un palco privado porque los tiene todos alquilados a particulares y empresas. Al cierre de esta edición, el portugués no se había pronunciado al respecto.

Por lo que a la afición visitante se refiere, sólo unos 1.500 seguidores del Madrid animarán hoy a su equipo en el Camp Nou. El Barça esperaba ayer la devolución de unas 1.000 localidades, pero al final el club de Chamartín retornó 3.200 entradas de las 4.687 que obliga a ceder la UEFA.