¡Quién lo diría hace unos años! Cuatro de los cinco titulares de la selección española de baloncesto coincidirán esta noche en un partido de NBA. Mientras un par de decenios atrás los internacionales se concentraban en el duelo Real Madrid-Barcelona, hoy Garbajosa, Calderón, Gasol y Navarro se enfrentan en un Toronto Raptors-Memphis Grizzlies. Spanish day in the NBA.

Como potencia baloncestística mundial, España ha exportado sus mejores productos a un mercado casi inaccesible hasta hace poco, ya se han acabado los complejos de inferioridad y la deificación de cualquier cosa que provenga de la liga profesional. Toronto y Memphis no están en la elite de la liga, pero es indiscutible la aportación del cuarteto de españoles al desarrollo y crecimiento de las dos franquicias. Dos vías para aterrizar en el mismo destino, la brutal voracidad competitiva de la generación del 80 -Gasol, Navarro y Calderón- o la serena madurez del testarudo Garbajosa.

Más tarde o más temprano, los cuatro han presentado argumentos suficientes para ocupar plaza en la mejor liga del mundo, sacrificaron en su día su reputación en los escenarios de Europa para aventurarse como novatos en un teatro desconocido. Otra vez a empezar en el grupo de los actores noveles con una frase en la obra, pequeñas conquistas plasmadas en minutos de juego, una canasta o una buena acción defensiva.

Gasol empuja de un equipo estancado, Navarro comienza a sacar réditos de una apuesta arriesgada, Calderón rentabiliza al máximo sus minutos en pista y Garbajosa, desde el fondo del banquillo, araña sus posibilidades de ser importante en los Raptors.

Más protagonismo

Juan Carlos Navarro ha sido el último en llegar a la NBA. La Bomba se aburrió de ser el referente del Barcelona para ganarse el jornal en Estados Unidos. Con toda la temporada aún por delante, ha conseguido la conquista más importante en su estreno en la liga: demostrar que no es el enchufado de Gasol.

La camiseta de Pau colgará dentro de varios años del techo del Fedex Forum de los Grizzlies, ningún jugador del equipo podrá utilizar jamás su número 16. Tanto ha conseguido que ya resultan medianos sus promedios esta temporada. Siempre se le exige más.

Calderón apunta a ser un magnífico base titular de cualquier equipo de la NBA. El extraordinario nivel de T.J. Ford es la única barrera para
lograrlo en los Raptors.

El caso de Garbajosa es el más complejo. Los fichajes de los Raptors han cercenado su minutos en la pista. Demasiado castigo para un pilar del éxito de la temporada pasada.