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Pendientes de la zurda de Robben

Juande confecciona el equipo en función del extremo blanco. Faubert debutará como sustituto del holandés

PEPE GARCÍA-CARPINTERO

La tranquilidad que viajaba ayer en el autobús del Racing durante su desplazamiento a Madrid se esfumó cuando un mensaje alertó de la presencia de Robben en el entrenamiento del Real Madrid. 'Ya le podría haber durado la gripe un día más', confesaba resignado Valera. La reacción fue inversamente proporcional en el vestuario blanco. Hasta Juande se despojó de su rol sereno y no pudo contener la euforia cuando le vio vestirse de corto y pisar el césped.

Bajo un intenso frío, los efectos de la gripe todavía se dibujaban en la rosada y congestionada cara del holandés. Pero a Juande le cambió el humor. Y le dio un palmada cómplice en la espalda. Aunque no juegue todo el encuentro, sabe que es su talismán.

De puertas hacia fuera, el entrenador no cambió el discurso y alardeó de fondo de vestuario: 'Robben viene en la convocatoria y decidiremos, junto con los servicios médicos, si puede jugar. El Real Madrid tiene una plantilla suficientemente amplia y con calidad para que la ausencia de un futbolista no cree problemas. Las bajas no me preocupan si no son por una lesión grave. Tengo muchos futbolistas dispuestos a aprovechar su oportunidad; darán todo lo que tienen y el equipo seguro que no se va a resentir'. Hasta siete veces presumió de la profundidad de la plantilla.

El técnico ensayó dos alineaciones durante el entrenamiento a puerta cerrada de ayer. En un primer momento, apostó por inyectar un poco de ilusión al depresivo delantero Huntelaar, mientras que Higuaín caía a banda y Sneijder hacía de Gago. Robben jugó por la derecha, pero los médicos advirtieron al cuerpo técnico acerca de la considerable pérdida de vitaminas del holandés durante el proceso gripal y no creen conveniente que hoy juegue más de 45 minutos. Tal vez por eso Juande también probó con Faubert, el último refuerzo, en esa posición.

A pesar de defender constantemente a sus jugadores durante la rueda de prensa, el entrenador del Madrid rehuye cualquier conato de conflicto con el exigente público del Bernabéu. Drenthe y Marcelo, los futbolista más castigados por la grada, se quedaron fuera de convocatoria. 'Lógicamente, tener el respaldo de la afición jugando como local es muy importante. Eso sí, el equipo tiene que animarla y darle motivos para que se vuelvan a favor algunas circunstancias de otros encuentros. La gente está con ganas de hacer las cosas bien, conseguir resultados y dar una alegría a su parroquia', argumentó.

Por su parte, en el Racing, la principal preocupación es el estado de Zigic. Con la baja de Munitis por sanción, Muñiz ve con preocupación las molestias que padece el delantero serbio en una uña de un pie y que ayer le impidió ejercitarse con normalidad. 'Espero contar con él. Para nosotros, su presencia es algo más', reconoció el técnico.

 

 

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