De ocultar la bandera española en las medias de la selección a gritar valientemente un conmovedor “Viva España” en la orgía de las celebraciones en Colón. De sospechoso a héroe nacional. Xavi dedicó el último mes a gobernar el juego de la selección y cautivar la admiración de medio planeta. Fue el jefe del equipo campeón por aclamación espontánea, no por una designación a dedo. Luis Aragonés sí le vio como su reflejo en el campo, como el referente para garantizar su apuesta por el toque y el balón sobre todas las cosas. Y sus compañeros le escogieron de forma natural como el líder sobre el campo, el futbolista al que buscar siempre y del que esperar en cualquier momento el mejor pase. Sólo le costó encontrar a Fernando Torres, conectar su fútbol de posesión con los desmarques en profundidad del Niño. Se dejó esa aventura para el último día, con el toque interior hace el 9 que certificó el título, y agitó ese dato con ganas y entusiasmo en la eufórica zona mixta de los campeones nada más acabar la final. “¿Lo ves?, también sé dar pases a Torres, síííííííííííí”. Un día más tarde, el centrocampista fue coronado como mejor jugador de la Eurocopa, el reconocimiento a un campeonato estelar y, sobre todo, a una forma de entender el fútbol. Un estilo por el que Luis apostó decididamente, pese a los prejuicios de sus colegas, y que Xavi lleva prendido desde la cuna. Porque ese es el fútbol de Cruyff, el del Barcelona moderno, el de la escuela en la que aprendió Xavi. El futbolista ha estado muy ocupado el último mes, pero no ha perdido de vista en ningún momento su casa. Sobre ella, sobre ese Barcelona que lleva en las venas, hablaba con naturalidad y emoción unas horas antes de cumplir el sueño de todos los españoles.

¿Desde aquí le está dando tiempo de mirar al Barcelona?

Sí, lo miro, lo miro. Porque soy muy culé y estoy allí y me gusta. Y hay un problemilla. Pero bueno, no hay tranquilidad ahora, la circunstancia de dos años horrorosos. A ver si se tranquiliza la cosa, y a partir de esa tranquilidad se puede volver a conseguir otros títulos.

¿Qué pinta le da la llegada de Guardiola?

Muy buena. Me da mucha ilusión. ¡La verdad, eh! Igualmente se lo diría aunque no lo pensara, porque se lo tengo que decir, pero en este caso se lo digo de corazón. Pep es una persona que controla todo lo que tiene a su alrededor. Le gusta, es muy meticuloso, te convence. Tú piensas blanco y él negro, y acabas pensando negro. ¿Sabes? Te convence el tío. Y dices, hostia, si es que es verdad. Te coge, te come la cabeza… Es muy meticuloso, lo quiere tener todo controlado. Yo creo que le tiene ir bien a la fuerza porque es un tío enfermo de fútbol.

Fue un poco su maestro, ¿no?

Sí, para mí es una referencia. En todos los sentidos. Como futbolista ya lo fue. A los diez años, ya me dijeron “mira cómo juega Pep, parece que tenga retrovisores”. La verdad es que era así. Era un ejemplo. Y como persona también. Lo he tenido como compañero. Nos quisieron enfrentar, y fue el primero que me vino: “oye, que yo no tengo nada contra ti”. Y yo le digo: “Joé, y yo menos contra ti’. O sea que... Pero bueno es así. Es la prensa y esto funciona de esta manera. Ahora pasa con Cesc, parece que… Y, hostia, yo no quiero tener un mal rollo con nadie.

¿Le asusta el paso de compañero a jefe?

No lo sé. Un problema yo creo que no es. Hombre, me acuerdo de cachondeos, del vestuario… pero supongo que la cosa cambia y te adaptas. Mire ahora Fernando Hierro en la selección. Fue compañero nuestro en 2002 y capitán y ahora… Te adaptas. Te amoldas y no hay problema. La gente de fútbol se acaba entendiendo.

¿Comparte lo de que es un inexperto?

Es que en el fútbol quién sabe. Usted también sabe de fútbol.

Y bastante, aunque diga Clemente que no.

¿Sí, dice que no? No ha jugado, pero puede entender.

¿Sólo los que tienen carné de entrenador entienden de fútbol?

No. De fútbol puede entender cualquier persona que no haya jugado. Pero si encima has jugado se sabe de qué va el tema. Y Guardiola, aunque no haya entrenado, sabe de qué va el tema.

¿Qué le parecen los fichajes del Barça?

Bien. Gente joven, competitiva, con ilusión, con ganas. Lo importante es que se amolden lo más rápidamente posible. Han rendido mucho en sus anteriores equipos y bueno, el Barça no es lo mismo, porque es muy difícil, porque hay mucha presión a diario. Pero me parece gente preparada.

¿Y qué le parecen las bajas, que se haya señalado con el dedo a Etoo, Deco y Ronaldinho?

Eso es un tema de dirección técnica… A mí me sabe mal porque son gente que ha marcado la diferencia de una manera increíble. Nos han dado ese plus que se necesita para ganar esos títulos. Y se les echará en falta. Imagínese Deco, Ronaldinho, Etoo… Tres futbolistas de primer nivel, vamos, de ganadores de todo. Balón de oro, de no sé qué… De todo. Pero bueno.

¿Les ha mandado algún mensaje?

Estoy en contacto, sí, y ya les deseo lo mejor porque les aprecio y han pasado muchas cosas, pero futbolísticamente son referencias.