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Pepe como última excusa

A un paso de la final de Copa, Mourinho justifica ahora el bajón de juego del Madrid y su casi adiós a la Liga con la ausencia por lesión del central

LADISLAO JAVIER MOÑINO

Justificar la derrota en el Madrid puede alterar dogmas. Hasta los del impertérrito Mourinho, aunque pudiera parecer imposible, aunque hoy esté a un paso de la final de Copa si el Sevilla no remonta el 0-1 de la ida. 'No hablo de los jugadores que no están', decía en septiembre sobre Kaká. En cambio, ayer, se acordó de Pepe para justificar el reciente bajón de juego que le ha costado media Liga a su equipo: 'Tuvimos un periodo largo de altísimo nivel y ahora nos está costando más. No me gusta mucho hablar de jugadores que no juegan, pero tengo que decir la verdad. Con Pepe, el equipo no tiene miedo de dejar espacios a sus espaldas, presiona mucho más y más arriba, recupera balones más rápido y es más peligroso en ataque'.

Mourinho convirtió ayer a Pepe en su última excusa tras el 'patatal del Bernabéu', los arbitrajes, el calendario, la falta de un nueve o las supuestas intromisiones de Valdano. Pero, sobre todo, Mourinho elevó ayer a un defensa a la categoría de pieza maestra de un proyecto multimillonario del que forman parte Cristiano, Özil, Xabi Alonso, Di María, Benzema, Kaká, Adebayor...

'Estamos hablando de un central, pero esto es como un puzle donde siempre hay consecuencias en función de las ausencias. Pepe, por sus características, cambia mucho el modo de jugar del equipo'. Ni siquiera cuando fue preguntado por los atascos en el juego cuando Xabi Alonso no está, Mourinho fue tan rotundo: 'Es un jugador importante y, cuando no está, el equipo lo siente un poquito'.

Con la concesión de poderes que le ha hecho el club en las últimas semanas, esa inesperada cuota de importancia otorgada a Pepe provocó que Mourinho fuera preguntado por la renovación del defensa, cuestión por la que ya abogó públicamente en medio del tira y afloja que aún mantienen jugador y club: '¿Qué poder? Sólo tengo uno, que es decidir quién juega y cómo, cuándo entrenamos, cuándo viajamos o si nos concentramos o no. No quiero otro poder, pero ese nadie me lo va a quitar. Entiendo que Pepe es un óptimo jugador para mí y para el club. Tiene año y medio de contrato y estará aquí al ciento por ciento. Si llegan o no a un acuerdo, es problema suyo y de la directiva'.

Para esgrimir la otra excusa que ha alejado al Madrid del Barça, Mourinho, que volvió a dejar fuera a Pedro León y Canales, apuntó a la falta de continuidad competitiva del plantel: 'No están habituados a jugar dos o tres partidos a la semana porque desde hace un par de años el Madrid es eliminado en Copa a la primera o a la segunda y, desde hace seis o siete, cae en la primera eliminatoria de Champions. El cansancio no es físico, el problema es mental'.

Justificar la derrota en el Madrid hasta crea un Mourinho tautológico: 'Estos jugadores son hombres, como hombres son jugadores de otros equipos; y hay otros equipos donde hay jugadores que juegan cada tres días, es cuestión de hábito. El hombre es un animal de hábitos, un jugador es un hombre, luego un jugador es un animal de hábitos'.

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