"Purito", dinamita pura en el Fuerte del Rapitán

Joaquim "Purito" Rodríguez (Katusha) tenía marcada la sexta etapa entre Tarazona y el Fuerte del Rapitán, en Jaca, de 175,4 kilómetros, y el catalán cumplió su objetivo con un ataque explosivo marca de la casa que le permitió ganar la etapa en duelo con el británico Chris Froome (Sky) y reforzar el maillot rojo.

Esta vez Purito no cometió la "estupidez" de Arrate, cuando levantó el pie a una pedalada de meta y fue superado por Valverde. Fue el más listo. Conocía al centímetro el terreno por los informes de su compañero aragonés Ángel Vicioso. Marcó la rueda del Sky, que le subió en carroza de plata los 4 kilómetros hasta el Fuerte del Rapitán y golpeó en el momento preciso. "Les tengo que dar las gracias", bromeó.

Hecha la selección por la escuadra inglesa, el catalán se quedó solo con Froome a 500 metros de meta. En el cara a cara le remató con una arrancada de las suyas, suficiente para celebrar la victoria ahora sí, con 5 segundos de ventaja y obtener, además, 12 segundos de bonificación. Un golpe de autoridad que repercutió en el resto de favoritos, los mismos de la cima de Eibar. Valverde cruzó a 10 segundos y Alberto Contador a 18.

Diferencias que aún no son definitivas con toda la Vuelta por disputarse, pero que evidencian "el mejor momento de forma" de Purito en toda su carrera. La alta jerarquía aún sigue en un pañuelo. Froome, a quien Purito vio "algo clavado" en la subida, está a 10 segundos, Contador, que no fue el hombre ofensivo de Arrate tercero a 35, y siguen el colombiano Uran, el holandés Robert Gesink y Valverde por debajo del minuto.

Volvió a evidenciar debilidad Igor Antón. El líder del Euskaltel asegura que está "como nunca", pero la carretera no le da la razón al ciclista de Galdakao, que llevó con un retraso de 57 segundos y en la general se aleja a 2.06 de Purito.

La etapa que ofrecía el tercer final en alto de la Vuelta condensó el interés en una colina que se alza al norte de Jaca, que conduce a un antiguo fuerte fusilero del siglo XIX construido para evitar hipotéticos ataques de los franceses. Hasta sus muros se sube superando 13 curvas de herradura, en un zig zag de 3,8 kilómetros al 6 por ciento.

Auténtica golosina para corredores chisposos, y un escenario más para la lucha entre "gallos", que ya están definidos antes de terminar la primera semana de carrera. A pie de puerto fue cazado el último superviviente de la escapada del día, el belga Thomas De Gendt (Vacansoleil), tercero en el Giro de Italia, quien antes había distanciado a su compatriota Vandewalle (Omega) y a tres holandeses, Weening (Orica), Maaksant (Garmin Sharp) y Van Leijen (Lotto Belisol).

Fue el Saxo el azote definitivo para anular la escapada, ya que los hombres de Contador pasaron al mando del grupo antes de afrontar la dificultad previa al Fuerte, el Puerto de Oroel (3a). Pero el Sky decidió ponerse en "plan Tour de Francia" en la subida al Fuerte. Los fusileros de facto ahora eran ingleses, con tropa colombiana. Fueron los encargados de dirigir las operaciones decisivas, empezando por anular la iniciativa del Movistar, que había apostado con Beñat Intxausti.

Dos "escarabajos", el subcampeón olímpico en ruta Rigoberto Uran y Sergio Henao pusieron en fila a los más fuertes. "Un ritmo infernal, algo más parecido a la preparación de un esprint", como señaló en meta Purito.

"Me llevaban de culo y no me podía mover", insistía el líder en sus explicaciones. Esa marcha delató a Froome, que pasó apuros para aguantar al final, pero también a Contador, asado por el calor y por las maniobras orquestadas por el Sky. Pero faltaba el hachazo final de la escuadra británica.

Uran salió disparado a 800 metros de la pancarta y detrás de su rueda se pegó Froome. Pero a Purito le quedaba un cartucho, y lo más importante: aplicar los consejos de Vicioso, o sea, atacar en el última curva y apretar los dientes.

Dicho y hecho. ¡Pum, pum¡, dinamita al aire y directo a la conquista del Fuerte del Rapitán. Como una bala. Quinta etapa para el de Parets del Vallés en la Vuelta, refuerzo del maillot rojo y victoria moral sobre "el madridista" Alberto Contador. El fusilero azulgrana no tuvo piedad con el pistolero de Pinto.

Mañana se disputa la séptima etapa entre Huesca y Alcañiz, de 164,2 kilómetros.