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Quebec: territorio enemigo del humo

Lotus ha negociado un permiso especial con las autoridades

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Todo en la F1 circula al límite. Los bólidos, la interpretación de las reglas técnicas e incluso la publicidad bordean siempre el abismo de lo posible o lo permitido. Renault, escudería de clase media, lo sabe y a finales del año pasado hizo una jugada mediática que le ha reportado sabrosos titulares: se autoproclamó heredera del mítico sello Lotus y entró en litigio con el grupo malayo que luce también ese nombre -Team Lotus- desde 2010.

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El efecto llamada ha estado a punto de costarle caro en Canadá

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Renault se pintó con colores de guerra. Tiñó el garaje, el mono de los pilotos y los dos coches de negro y oro. Tuneó sus R-31 como uno de los monoplazas más bellos y reconocibles de la historia: el Lotus que, patrocinado por la marca de tabaco John Player Special (JSP), corrió en los 70 y 80.

El efecto llamada ha estado a punto de costarle caro en Canadá. Montreal, pertenece a Quebec, provincia en la que rige una de las leyes antitabaco más severas del mundo. Tanto, que la escudería ha tenido que negociar un permiso especial. Eso sí, en 2012 "nos hemos comprometido a trabajar para mantener el cumplimiento de la legislación local", reconoce Eric Bouiller, director de Lotus Renault.

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En Quebec, provincia en la que rige una de las leyes antitabaco más severas del mundo   

Bouiller asegura que "las autoridades han aceptado el hecho de que no recibimos financiación directa o indirecta del tabaco". Oficialmente es así, pero en enero, pocas semanas después de la presentación de la nueva Lotus Renault, JPS puso en marcha una campaña publicitaria claramente alusiva a la F1 con un lema inequívoco: "La Leyenda". A esa leyenda contribuyeron, entre otros, Fittipaldi, campeón del mundo en 1972 con el Lotus JSP. Y, casualidades, el brasileño ha sido designado comisario en representación de los pilotos para la carrera.

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En F1 se prohíbe anunciar tabaco, pero las sospechas canadienses también se basan en la triquiñuela que a veces ha usado Ferrari. Patrocinada por Marlboro, la escudería lucía en sus coches un código de barras, emblema de la empresa tabaquera americana. Quebec no admite coches con humo.

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