No estaba previsto, pero Quique decidió comparecer ayer ante la prensa para dar su versión sobre la discusión de 50 minutos que mantuvo el lunes con Forlán y explicar la raíz del problema con el uruguayo. Esto último no quedó nada claro. Su explicación fue difusa. Y como no admitió preguntas de los presentes no hubo forma de aclarar el misterio que planteó: "El asunto Forlán es de una complejidad poco normal, poco natural y que se escapa mucho más allá de la clase personal y futbolística del jugador".

El caso es que la relación entre el jugador y el entrenador está rota mucho antes de la acalorada discusión del pasado miércoles en los vestuarios. Combate que Quique explicó así: "Hay una conversación táctica acerca del partido con el Racing. Luego, invito a Forlán a que tome la palabra, a continuación la tomo yo y finalmente invito al grupo de jugadores a que tomen la palabra individual y colectivamente. Y como no lo hacen, salimos a entrenar".

Quique quiso poner de su parte a la afición ("tenemos muy reciente la lección de compromiso de la afición, me quedo con el día de la final de Copa en Barcelona, y que la demos una imagen de desunión sería terrible". Finalmente, tras llamar "gente" a los periodistas, rebajó al Atlético: "Uno siempre tiene que preguntarse quién es para dar el valor necesario a los logros que consigue".