Este artículo se publicó hace 14 años.
"Raúl siempre ha tenido quien le proteja; yo, al revés"
Guti anticipó hace un mes su portentosa actuación ante el Sevilla. El medio se sincera ante unos estudiantes de periodismo
Guti vuelve a estar de moda. Su nombre se sube y se baja de las portadas con un ritmo más o menos regular. Sucede todos los años. Vive en los extremos. Aparece y desaparece. Brilla y decepciona. Un día presume y al siguiente se defiende. Ahora duerme entre elogios. Los que se ganó tras su exhibición ante el Sevilla tras casi un mes de misteriosa lesión. Una actuación portentosa que, curiosamente, el centrocampista ya pronosticó hace un mes en una entrevista concedida a estudiantes de periodismo, a los que desvela su equipo talismán: "La verdad es que con el Sevilla he tenido varios partidos memorables. El taconazo a Zidane, mi debut o el año de Capello: íbamos perdiendo y jugándonos la Liga, salí en los últimos minutos y con dos pases míos el equipo ganó".
Por entonces, cuando atendió a los alumnos de la IX edición del Máster en Periodismo Deportivo de la Universidad Rey Juan Carlos para su revista Contragolpe, el segundo capitán del Madrid andaba en horas bajas, bajo sospecha por sus lesiones y recién salido del castigo impuesto por Pellegrini tras el alcorconazo. Guti se sentía contra la pared y se desahogó con Álvaro Domínguez y Javier Sánchez, los autores de la entrevista.
"Raúl siempre ha tenido quien le proteja; yo, al contrario", dice en un destacado para explicar cómo, comparadas las carreras de uno y otro jugador, por qué uno se ha llevado los palos y el otro los elogios. "No lo sé", afirma Guti. "Seguramente por la imagen que hemos tenido ambos desde el principio. Raúl ha dado todo por el Madrid, pero también ha tenido mucha gente que le ha apoyado, y mucha gente que ha estado detrás y le ha dado esa confianza. A mí, al contrario. Yo he tenido etapas difíciles, tanto con los entrenadores como con la afición, pero estoy contento de mi trayectoria. No muchos pueden aguantar todos los años que yo he aguantado en el Madrid".
Guti deja más perlas en el ejercicio universitario. "Estoy un poco cansado de que haya personas que duden siempre de lo que digo". De sus entrenadores, se queda con Del Bosque, Capello y Schuster. Si pudiera fichar a alguien, a Iniesta. Lamenta cómo se ha visto atrapado por la prensa rosa ("El hecho de haberme casado con una persona conocida, sin quererlo, me metió a mí; ocurre que las cosas que hago se sacan de contexto, es algo con lo que tengo de vivir") y presume "de poder romper un partido con sólo 15 minutos de juego; eso lo tienen pocos jugadores".
Y, como postre, dejó un deseo: "No me he parado a pensar qué se dirá de mí cuando me retire. Lo único que quiero es dejar un buen sabor de boca. Que se me recuerde por un pase, por un partido, no por las cosas malas. Que la gente me tenga presente siempre. Ese es el mejor tesoro". Unas horas después, Guti dejó para la posteridad un taconazo en Riazor. Será eterno.
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