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El Real Madrid ya se siente campeón

La celebración del gol de Higuaín fue el preludio del alirón. Los 10 puntos de ventaja parecen definitivos. El domingo contra el Athletic podría revalidar matemáticamente el título de Liga

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El triunfo del Real Madrid en El Sardinero ante el Racing (0-2), con un gol final de Gonzalo Higuaín, desató una celebración de todo el equipo unido. Fue el primer gesto de un grupo que se siente campeón, que inició una fiesta sobre el césped y que continuó en el vuelo de vuelta en 'La Saeta'.

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En esta ocasión no hubo 'vuelta al ruedo' de Ramón Calderón. El presidente no bajó al campo de juego. Controló sus nervios y la emoción en la palco, viviendo un triunfo que, prácticamente, pone fin a la lucha por el liderato, y desató una celebración de los jugadores madridistas que habló por sí sola.

La mentalidad y el carácter de los jugadores fue similar a una final. Tras dos meses en los que bajó el listón (en febrero y marzo perdió 5 de 9 partidos), y lo desaprovecharon sus perseguidores, el Real Madrid ha demostrado el carácter de un equipo que pasará a los anales históricos de la Liga, ganando dos de forma consecutiva, un hecho que no lograba desde hace 18 años.

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Con diez puntos de ventaja al Villarreal y once al Barcelona, el Real Madrid puede certificar matemáticamente el título en la próxima jornada (si empata el Villarreal), en la que recibe en el Bernabéu al Athletic Club de Bilbao o en su próxima salida a un campo siempre hostil como El Sadar. El morbo para el madridismo es celebrar el título ante el Barcelona, el eterno rival, el 7 de mayo en el Bernabéu. A la cita es más que probable que llegue como campeón y reciba el pasillo de los azulgranas.

El ambiente en el vuelo de vuelta de Santander reflejaba la alegría que siente la plantilla del Real Madrid. Los brasileños Marcelo, Robinho y Baptista pusieron la música y aunque públicamente se mantienen las formas hasta que se certifique matemáticamente, todos celebraron un título que ya sienten. Todos menos Mahamadou Diarra, a quien le sentó mal la cena tras el partido y pasó el vuelo de vuelta indispuesto en el servicio.

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