A ritmo de Fórmula 1 en Jerez

El Xerez pinta bien, muy bien. Este domingo, ante un Salamanca que aspira a lo mismo, a subir a Primera, supo ganar (2-1) a base de tesón y esfuerzo. Suma siete jornadas consecutivas sin conocer la derrota, con cinco victorias y dos empates. Una trayectoria meteórica acreditada por el hecho de que es el equipo que más partidos ha ganado (13), que más goles ha materializado (42) y que posee una mayor diferencia de tantos a favor (20). Todos estos datos se ven reforzados por lo que es más importante: es el conjunto de la Liga Adelante que más puntos tiene (46). En definitiva, un líder sólido.

La llegada del Salamanca a Chapín se producía en un momento de incertidumbre para los charros. Después de muchas jornadas metidos en puestos de ascenso, los de David Amaral habían entrado en una preocupante pájara de seis partidos, con tres empates y tres derrotas. Solo la goleada al colista Sevilla Atlético hacía pensar en una rectificación a tan negativa dinámica, pero la empresa de visitar al líder no era fácil. Jugaron bien los salmantinos y confirmaron su recuperación, pero volvieron a casa de vacío.

Por su parte, el Xerez continúa haciendo leña de todo lo que se mueve a su lado. Por lo general, acostumbra a hacerlo con holgura y suficiencia. Ayer no fue así. Costó más de lo habitual, pero reafirmó el buen estado de gracia de algunos de sus jugadores. Antoñito, goleador estancado en 11 dianas, ha cedido el testigo realizador a su compañero Momo, que ya lleva 12. Y a ellos se ha sumado también Calle, capaz de marcar en las dos porterías, pero que a la postre firmó el gol de un triunfo muy sufrido.

Menos tuvo que padecer el Rayo en su visita a un anémico Alavés metido en descenso. Supieron los vallecanos aprovecharse del río revuelto que se vive en Vitoria, y prácticamente desde el vestuario Coke se encargó de encarrilar un partido que resultó más sencillo de lo previsto (0-2), después del cambio de entrenador de los vascos. El debut de Javi López en el banquillo de Mendizorroza no se ha traducido en nada positivo.

Los hombres de Pepe Mel continúan en su nube de resultados, y con cuatro victorias seguidas siguen presentando sus credenciales a la gloria. Es el Rayo un ejemplo de cómo puede trabajarse un equipo sin necesidad de grandes florituras ni estrellas. Conjuntado desde Segunda B, el acierto en los fichajes más unas dosis de entusiasmo y serenidad han sido los ingredientes de este grupo que, sin hacer ruido, parece llamado a pelear también por el ascenso. Con permiso, claro, del intratable Xerez.