Mourinho no engaña. Nunca ha escondido su método, eficaz directo y descarnado, y el Real Madrid era consciente del tipo de entrenador al que fichaba. Ayer, el impacto de la goleada histórica del equipo blanco en Ámsterdam nadie había ganado 0-4 al Ajax fue eclipsado por la tormenta desatada a raíz del descaro con el que Xabi y Ramos buscaron la expulsión en los minuto finales del encuentro.

Centrocampista y defensa se eternizaron para sacar una falta y de portería respectivamente, hasta que el escocés Thomson les mostró una segunda tarjeta amarilla. Con ello cumplirán el pertinente partido de sanción en la intrascendente cita de la fase de grupos ante el Auxerre para afrontar los octavos con una sola amonestación a cuestas.

Sin embargo, al luso puede salirle el tiro por la culata. Las imágenes de la retransmisión fueron tan evidentes que ayer dieron la vuelta a Europa y, por supuesto, llegaron hasta la UEFA. Fuentes del organismo europeo confirmaron ayer que abrirá una investigación sobre las expulsiones de Xabi y Ramos analizando el acta arbitral y, lo más preocupante para el Madrid, el vídeo.

Siendo la secuencia televisiva muy evidente, las declaraciones posteriores de algunos de los protagonistas comprometen aún más al técnico blanco.

Finalizado el choque, Casillas, entrevistado a pie de campo por Televisión Española, confesó entre confuso y atropellado lo ocurrido: 'De alguna manera, ha sido por un tema de cosas. En plan dentro del campo había que dar una consigna a un jugador y, bueno, Jerzy (Dudek) ha venido a mi portería y de ahí lo hemos intentado transmitir al resto de compañeros'. '¿Y salió bien?', repreguntó el periodista, 'Sí, por suerte, bien. Dentro de lo que cabe, muy bien', reconoció. Minutos después, una vez duchado, su discurso cambió: 'A Ramos le avisé sobre su delantero, que entra mucho por banda', declaró. Y no pudo reprimir una sonrisa pícara.

También muy explícito se mostró Mateos. 'Es una situación en la que el míster ha decidido eso, supongo que con vistas al Auxerre', dijo el joven canterano que debutó el martes. 'Con uno menos por la expulsión de Xabi he intentado perder un poco de tiempo', argumentó Sergio Ramos.

Mourinho, en cambio, no sólo escenificó un enfado considerable cuando el colegiado expulsó a Ramos, sino que completó su estrategia quejándose del árbitro: 'Las tarjetas estas no las puedes sacar. No había problema alguno. Son tarjetas por cosas naíf que al final no son importantes por el partido que viene, ante el Auxerre, pero no me gustan'.

Jorge Valdano, director general blanco, calificó lo sucedido como 'una anécdota sin mayor importancia'. En declaraciones a Onda Cero, señaló a los dos futbolistas implicados: 'Los jugadores intentan hacer lo mejor para su equipo, pero no había consigna'.

En febrero, precisamente en la ida de los octavos de la Champions, Alonso forzó una amarilla y no pudo jugar la vuelta. Entonces y ahora el vasco cumplió órdenes del técnico, y en ambos casos lo hizo contra su voluntad. Lo que nunca se había visto es buscar voluntariamente la expulsión.

El último precedente juzgado por la UEFA data de 2008, cuando Juninho Pernambucano y Cris, del Lyon, buscaron la tarjeta en un encuentro de Liga de Campeones ante la Fiorentina. La sanción fue sólo económica, 10.000 euros de multa especial, y pudieron disputar los octavos.

La polémica sacudió ayer al madridismo, dividido entre quienes apoyan la decisión de Mourinho por considerarla astuta y ajustada al reglamento, y los que apelan a los valores tradicionales del club. Entre los primeros, Vicente del Bosque, seleccionador español: '[Xabi y Sergio] cumplieron con lo que pensaron que era mejor para su equipo y para los partidos futuros.

Tal vez la escenificación no fue la más ideal, pero al menos no dieron patadas, fueron tarjetas producidas de la mejor manera posible'. Por contra, Borja, centrocampista del Getafe y canterano del Madrid, aventó en Twitter su discrepancia: 'Recuerdo cuando el R. Madrid me sancionó cuando estaba en el filial por forzar la quinta amarilla. Me multaron con 150 euros... Ahí queda eso'.