Apenas falta la rúbrica. Una firma que certifique el adiós definitivo de Ronaldinho al Barcelona, el vuelo del astro brasileño hacia el Milan. Se producirá la próxima semana, cuando Adriano Galliani regrese a Barcelona para zanjar la negociación con el club azulgrana. Eso, al menos, es lo que asegura el propio consejero del club italiano, decidido como está a cerrar el traspaso del Gaúcho lo antes posible.

Presionado por Silvio Berlusconi, que no ha dudado en utilizar a Ronaldinho en su campaña electoral -el presidente del Milan aspira, a partir de hoy, a gobernar de nuevo Italia-, a Galliani le han bastado un par de reuniones con Roberto de Assis, hermano y representante del aún jugador del Barça, para acordar las condiciones de su contrato.

No es de extrañar: Ronaldinho, ha asegurado su hermano, está 'impresionado' por el trato del Milan, que pretende convertirlo en su nuevo icono, junto a Kaka y Pato. Según asegura La Gazzetta dello Sport, el delantero brasileño cobrará unos ocho millones de euros por cada una de las cuatro temporadas -hasta 2012- que el Milan pretende vestirlo con la zamarra rossonera.

Falta, sin embargo, que el Barça acepte el traspaso que le ofrece el club italiano y dé el visto bueno definitivo a la operación. Después de la primera toma de contacto que, el pasado jueves, mantuvieron las tres partes interesadas, el club azulgrana presiona para que el Milan se aproxime lo máximo posible a los 30 millones de euros que pretendía cobrar por el brasileño.

La oferta del club milanista ronda, de momento, los 20 millones, cinco menos de lo que, según la prensa italiana, estaría dispuesto a pagar el rival ciudadano del equipo de Berlusconi, el Inter. El equipo presidido por Massimo Moratti, sin embargo, no parece entrar en los planes de los hermanos De Assis.

Como medida de presión para que el Barça no se lo piense demasiado, el hermano de Ronaldinho ya ha mencionado en más de una ocasión el posible recurso al artículo 17 del reglamento de transferencias de la FIFA. Haciendo uso del mismo, el Gaúcho podría romper unilateralmente su contrato y abandonar el club azulgrana por unos 16 millones de euros.

'En el fútbol siempre hay que buscar la mejor solución', terció ayer Johan
Cruyff. 'Si las cosas no funcionan, y uno no quiere quedarse y el otro tampoco lo quiere, es lo mejor', añadió el ex técnico del Barça, en alusión al posible traspaso del delantero brasileño. La incógnita ahora está en saber si Ronaldinho, de baja por una rotura muscular, volverá a defender la camiseta azulgrana sobre el césped, antes de enfundarse la del Milan.

Johan Cruyff no se mordió ayer la lengua y censuró a los aficionados azulgrana que el pasado miércoles silbaron y sacaron pañuelos a Frank Rijkaard, cuando el técnico cambió a Bojan por Giovani en el partido de la Liga de Campeones ante el Schalke 04.

'[Las críticas] no tienen fundamento porque silbar cuando sacas a un chico de 17 años para dar entrada a otro chico de 18 años no hace falta', señaló el ex técnico del Barça, tras poner a la afición inglesa como ejemplo de comportamiento.