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Stoner olvida la bronca

El piloto australiano, que por la mañana había golpeado a De Punier, consigue el triunfo sin oposición. Pedrosa se fractura la clavícula derecha tras ser derribado por Simoncelli en una curva

ALBERTO CABELLO

Y el domingo mandó al suelo a un piloto. Apareció, al fin, Marco Simoncelli en el día grande del fin de semana después de las acusaciones de Jorge Lorenzo y Casey Stoner sobre su conducción extrema y temeraria. Él insistía en lo exagerado de los reproches. Que estaban fundamentados más en sus antecedentes penales en la antigua categoría de 250 que en su historial esta temporada en Moto GP. Esa fue la impresión hasta que se coló en una curva en la que Dani Pedrosa tenía la posición ganada y le despeñó hacia el asfalto. El italiano ya ha delinquido. Las imágenes confirmaron el delito. Lo vio claro también la dirección de carrera, que castigó al melenudo con un paso por el pit lane por su temeraria trazada. La peor parte se la llevó el español, que se fracturó la clavícula derecha en el batacazo.

En esa curva estalló una carrera en la que Stoner se desmarcó muy pronto de la rueda de sus contrincantes. Horas antes, la dirección de carrera le había sancionado con 5.000 euros por propinar un puñetazo en el hombro a De Punier durante el warm up. Demasiada bronca para tan poco. Pedrosa le ganó la salida, le sujetó durante unas vueltas, pero claudicó ante el ritmo infernal del australiano. Por un momento pareció que el catalán intentó imitar la estrategia de Estoril: diseccionar el dibujo del rival para encontrar el momento idóneo para el adelantamiento y dar el zarpazo a pocas vueltas del final. Es muy probable que le hubiera funcionado con cualquier otro piloto de la categoría, no con el oceánico. Giro a giro rebajó los tiempos al paso de meta sin que Pedrosa pudiera engancharse a rueda.

De la caída de Pedrosa y una salida de pista se aprovecharon Dovizioso y Rossi

La prueba estaba entonces bien compartimentada. Stoner, sin tráfico cerca a su espalda, Simoncelli y Pedrosa, en la pelea por el segundo puesto, mientras que Jorge Lorenzo se resignaba en la lucha con Rossiy Dovizioso. Poco más pudo hacer el campeón del mundo. No tenía ritmo para seguir a las Honda. Sacó coraje en las primeras vueltas para no perderle la cara a los de delante. Otra vez el piloto rendía por encima de la mecánica, como viene siendo habitual en este inicio de temporada. 'Lo que le falta a la moto ya lo pongo yo', ese es el eslogan que pregona desde hace semanas. Se asomó por la cabeza unas vueltas hasta que claudicó ante la tozudez del cronómetro. Yamaha era incapaz de rodar en el minuto y 33 segundos de la competencia japonesa.

De la caída de Pedrosa y una salida de pista se aprovecharon Dovizioso y Rossi. Al primero, tanta Honda por los primeros puestos le deja poco espacio. El corral de Honda está repleto de gallosy se tiene que hacer hueco a empujones. No le va mal, de momento. Un cuarto puesto en Estoril y un segundo en Le Mans le han dejado una porción del pastel.

Valentino sonreía de oreja a oreja con su primer podio en Ducati. No entraba en los planes de la escudería un regalo así. Los entrenamientos le habían confirmado que aún andaba lejos de la cabeza, pero los errores de sus rivales le concedieron un alivio a este año tan duro.

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