Con los suplentes, a por el alirón

Sostiene Pep Marín, psicólogo del CAR de Sant Cugat, que Pep Guardiola es un catedrático del sentido común en un mundo, el del fútbol, donde dicho sentido es tan escaso como valioso. Añade Marín que el técnico del Barcelona lo aplica con tanta naturalidad que las cosas más normales del mundo resultan extraordinarias. Y así, cuando Guardiola se empeña en poner un paréntesis a todo lo que envuelve al maratón de clásicos iniciado hace dos semanas frente al Madrid para repetir machaconamente que, ahora que la tienen a un paso, a su equipo le costará un mundo lograr los puntos que precisa para conquistar la Liga y que, ante la Real, hoy, no reservará esfuerzos, los gestos de extrañeza e incredulidad se multplican.

Restan 15 puntos por disputar, el Barça aventaja en ocho al Madrid, y en su camino hasta el final del campeonato, derbi con el Espanyol a parte, no aparece ningún equipo hueso. "Pero, desde que iniciamos la serie ante el Madrid, cada victoria en la Liga nos cuesta mucho. Así fue ante el Almería y Osasuna, e intuyo que, ante la Real, será lo mismo", replica Guardiola para justificar su estado de alerta.

Pese al mutismo al respecto, no esconde el técnico del Barça que el grupo de Mourinho y su próximo enfrentamiento en la Liga de Campeones, le condicionan. El equipo está "muy justo" de efectivos Iniesta, Maxwell y Adriano continúan siendo baja y, cuando Guardiola habla de "no reservar esfuerzos", alude más bien a una cuestión mental. Tanto es así que, por precaución, ha excluido a Puyol de la misma lista en la que ha incluido a Deulofeu, un juvenil de 17 años. "Puyol tiene pequeñas molestias en el tobillo, pero es el único lateral izquierdo que tengo y no me puedo arriesgar a perderlo", admite. También para proteger a Valdés de cara al martes, es posible que recurra a Pinto, sancionado en la Champions.

Messi, mejor de sus contusiones, ha entrado en la lista, pero su concurso como titular parece improbable. Xavi y Pedro también apuntan a descanso. Sus puestos podrían ser para Thiago y Jeffren, a los que acompañaría Montoya, del filial, en el lateral izquierdo. "Aunque mis jugadores han demostrado ser unos animales competitivos, trato de convencerles para que no tengan reservas mentales, se olviden de los golpes y la fatiga, y hagan un último esfuerzo", señala Guardiola.

"La Real se juega mucho y será un rival muy intenso. Tenemos que tener la capacidad mental para lograr esa victoria, que supondría un paso casi definitivo", insiste. La Real, cierto, necesita los puntos como agua de mayo para alejar la amenaza del descenso, que tiene sólo a tres. El equipo de Lasarte, que no podrá contar con Joseba Llorente ni De la Bella, ha perdido fuelle en la segunda vuelta y, tras el Barça, deberá enfrentarse a Valencia y Sevilla.

Las sensibles bajas de los vascos no alivian al técnico azulgrana, convencido como está de que el Madrid, "el único equipo que, de momento, ha ganado un título", no fallará en lo que resta de curso. Guardiola, en definitiva, no quiere dejar escapar la competición que "más ilusión" le hace "por estar pensando en otras cosas o por creer que ahora ya no es importante". El Barça está a un triunfo de la tercera Liga consecutiva y la quiere ya.