Este artículo se publicó hace 15 años.
Suráfrica, cinco en defensa
El anfitrión está obligado a ganar a España para pasar a semifinales o esperar a lo que haga Irak
Suráfrica planteará un partido similar al de Irak. Las noticias del otro partido, entre Nueva Zelanda y los iraquíes, pueden dar un giro radical al partido obligando a los Bafana-Bafana a ir a la desesperada a por el partido. Tienen un margen de + 3 goles, poca renta, el triunfo de Irak y la derrota de Suráfrica deja el margen en +1. Hay que contar que los goles encajados contra España restan de la misma manera que los que Irak sea capaz de meter a los All Whites.
Un valor diferencial es Santana, el seleccionador. Campeón del carioca con los cuatro grandes de Río de Janeiro, un ganador experto, una trayectoria competitiva. Allá donde va, sus equipos maximizan su potencia y sueñan con alcanzar los objetivos. Llegó para sustituir a Parreira, entrenador campeón con Brasil en el Mundial94, que tuvo que abandonar por la grave enfermedad de su mujer.
Contra Irak, Suráfrica jugó el 1-5-4-1, con carrileros, típico del brasileirao. Defensa con dos centrales en la marca individual de los dos puntas de Irak, con un hombre libre por detrás. Por delante, doble pivote con dos jugadores en banda y un punta arriba. Jugaron defensivo, le dieron el balón a Irak y esperaron. Según transcurrió el partido, Irak era un querer y no poder, los sudafricanos se tiraron por el partido, merecieron más; en lo físico eran superiores pero el partido acabó en tablas.
Contra Nueva Zelanda, Suráfrica cambió el estilo y el sistema: del 1-5-3-2 al 1-4-4-1-1. En la portería un joven Khune que guarda gran parecido físico con Dida, con Gaxa en el lateral derecho y Masisela en el izquierdo. Este último, una bestia en lo físico capaz de cubrir la banda con garantías siendo carrilero. Como centrales, una pértiga como Booth y a su lado un káiser como Mokoena, que juega en el Blackburn y destaca por su desplazamiento en largo y su jerarquía.
En el doble pivote, Dikgacoi y Sibaya. Buenas sensaciones deja este último, juega con el 6, destruye y tiene un buen primer pase. En bandas, como interiores, Modise y Pienaar, el crack del equipo, que juega en el Everton. Tiene movilidad, juego entre líneas y domina el último pase. Es el perfil de interior en el 1-4-3-3. Arriba, dos puntas, Parker, jugador del Estrella Roja, y Fanteni. El primero por detrás y el segundo como referencia.
Contra España se espera defensa de cinco, con siete u ocho jugadores por detrás de la línea de balón aunque si un defecto tiene el fútbol africano es la falta de concentración táctica. Marcarán al hombre atrás, los arrastres de los puntas españoles generando espacios libres para las entradas de segunda línea. No será sencillo desbordar por banda, son atletas y tendrán el aliento de la afición. El partido se gana en lo táctico y en los movimientos sin balón.
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