Este artículo se publicó hace 14 años.
"Un título no se quita, se pierde"
Mauricio Pochettino se prepara para el derbi entre el Espanyol y el Barçca
Enfundado en su chándal, con el escudo del Espanyol bien visible, y su inseparable gorra, Mauricio Pochettino se prepara para el inicio de un nuevo ciclo con normalidad aparente. Nada en su proceder indica que éste vaya a ser un derbi diferente, un nuevo capítulo en la historia de los enfrentamientos con el Barcelona, anclada simbólicamente en el demolido estadio de Sarrià, hace ya 13 años.
Sus palabras, sin embargo, apuntan el cambio. "Después de tantos años, la gente está deseosa de que llegue el derbi. Cornellà es una bombonera, la gente aprieta mucho. Esperamos uno de los mejores ambientes en este estadio", dice el técnico del Espanyol, feliz en la nueva casa perica.
Pochettino: "Cornellà es una bombonera, la gente aprieta mucho"
En este estadio, han forjado los blanquiazules los rasgos que les identifican como locales ningún tanto encajado en la segunda vuelta y se desvanecen en cuanto se alejan de Cornellà. "Si para el Barça es el partido más difícil del año, para nosotros también. Jugamos contra los mejores futbolistas del mundo, sentimos respeto mutuo, y ambos sabemos que nos enfrentamos a un rival peligroso", apunta Pochettino. "Tendremos que ofrecer nuestra máxima expresión", añade el técnico, agradecido por los elogios de Pep Guardiola, cuyo equipo ha radiografiado.
"Tengo bastante claro cómo jugarle, qué hacer en el campo", afirma Pochettino; "espero su disposición para modificar matices, según quién juegue y el sistema". Cuenta, dice, el "importante factor anímico, pero también el táctico", y la defensa, que no ha preparado un marcaje especial para Messi. "Nuestra solidez defensiva es importante; estamos haciendo un gran esfuerzo en las ayudas, en la concentración y en la atención. Debemos seguir en esta línea, que es la que nos acerca a las victorias", pregona Pochettino.
Guardiola: "Es su partido del año. Nosotros tenemos muchos"
Confirmada la bipolaridad del Espanyol, el técnico del Barça, que ayer quiso restar trascendencia emocional al derbi, reveló que "sólo" ha analizado encuentros del equipo blanquiazul en Cornellà."Es su partido del año. Nosotros, durante la temporada, tenemos muchos y ellos, básicamente, éste", aseveró Guardiola, dando un giro al discurso del miércoles tras vencer al Deportivo. Entonces, calificó el duelo de hoy como el "más difícil" de los que le quedan al Barça. Ayer, receló incluso del Xerez. E insistió: "El Madrid no va a regalarnos la Liga, tendremos que ganarla nosotros".
Sobre el derbi, destacó "la entidad del rival" y, sobre todo, el momento del curso. "Sólo quedan seis jornadas y un resbalón ahora es peligroso", dijo. Y añadió: "Sabemos qué nos jugamos y que para ganar tendremos que darle ritmo al partido". Sobre el enfrentamiento de 2007, en el que Tamudo empató en el Camp Nou en el último minuto, cuando el Barça se jugaba la Liga con el Madrid, sentenció: "Las Ligas no se quitan, las Ligas se pierden, que es diferente". En el vestuario de la ciudad deportiva azulgrana tomaron nota.
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