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Se tocaron... los balones

Xavi marcó de rebote y Senna, aunque más futbolista que Albelda, también sobró

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ENRIQUE MARÍN

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Con la clasificación para la Eurocopa en el bolsillo y el primer puesto del grupo a tiro de empate, Luis aprovechó el partido ante la insignificante y arcaica Irlanda del Norte para seguir engrasando la llamada España de los jugones. Perfecto, aunque tan importante como definir un estilo de juego es aplicarlo con todos los medios de los que se dispone y todas las consecuencias, incluidas las que provienen del ventajismo más recalcitrante.

A Luis Aragonés le falta el último empujón para llevar a su plenitud el estilo de juego basado en el toque e inspirado en futbolistas enormes como Iniesta, Cesc, Xavi o Silva. Para ello debería decidirse (que no atreverse) a prescindir del medio centro de contención (y eso que Senna es mucho más futbolista que Albelda) y dar entrada a otro jugón o, sobre todo en partidos como el de ayer, a un segundo delantero.

Posesión del 83%... ¿para qué?

Una posesión apabullante (que ayer alcanzó el 83%), pero poco fructífera en lo que a creación de espacios se refiere, no es suficiente. El toque no es un fin sino un medio y sabido es cómo arrecian las sospechas cuando el toque no viene acompañado de ocasiones de gol. De poco o nada vale tocar si con ello no se superan líneas de pase y se generan espacios por donde hincarle el diente a un rival encerrado cual bote de conservas.

Aturullados entre tanto irlandés (dos líneas de cuatro muy juntas y retrasadas) España tuvo paciencia para no traicionar su ideario, pero le faltaron ideas para que aparecieran las jugadas. Ante una defensa tan numerosa como la irlandesa no hay nada más ventajoso para el rival que estar.

Para los duros de mollera

A ver si nos enteramos. Los pequeños se defienden con el balón, por cierto, la mejor forma que se conoce de defender. Por ello no les hace falta ningún alto que-les-cubra-las-espaldas. Es uno menos para tocar (y también para defenderse) y uno menos por delante. Senna es mucho más dinámico que Albelda. Roba, es decir, quita y pasa el balón, y tiene buen disparo a puerta. Sin embargo, si su alineación se debe a criterios defensivos el hispano-brasileño tampoco aporta nada.

A Luis se le vio el plumero cuando en el descanso decidió sentar a Cesc para dar entrada a Joaquín. El catalán no termina de mostrarse en la selección como lo hace en el Arsenal y esto, es algo que debería preocuparle a Aragonés. Por el bien de Cesc, quien no termina de sentirse lo importante que debe y puede ser, y por el bien de España, que le necesita a su mejor nivel, pues en la Eurocopa los rivales no serán como Irlanda del Norte. Cierto que Joaquín rompió por banda y creó ocasiones, pero si su entrada conlleva sacrificar a Cesc, algo falla.

Por lo demás, se notó que los futbolistas españoles estaban pensando ya en el retorno de la Liga. Notable a Iniesta, Xavi y al mencionado Joaquín, y detalles del local David Silva. Debutó Güiza, quien lo intentó todo para ofrecerse a sus compañeros, pero careció de opciones claras para marcar. Fue una víctima.

¿Irlanda? Nadie diría que necesitaba un milagro al cuadrado: ganar y esperar que Letonia le emulara en Suecia. Lo suyo fue un homenaje al anti-fútbol y es increíble que le metiera tres a España en Belfast.

Tiene mérito lo de la selección. Le ha sobrado un partido para clasificarse a pesar de haber regalado siete puntos, jugar muchos partidos con diez (todos en los que ha estado Albelda) y sin Raúl. Clasificarse para la Eurocopa es una obligación, aunque si Clemente sacaba pecho... ¿por qué no iba a hacerlo Luis? Por lo menos su España juega al fútbol. D

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